Si bien los grupos opositores, PAN y PRI, admitieron que la negativa del presidente Andrés Manuel López Obrador contra las medidas que la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, ha tomado para “controlar” a los famosos grupos de autodefensa, también exigieron no omitir ninguna información acerca del tema.
De acuerdo a la diputada priista, Dulce María Sauri, la posición del mandatario es la correcta porque “a la delincuencia organizada hay que combatirla, no hay que dialogar con ella. El mensaje tiene que ser claro, con la delincuencia organizada no se dialoga, se le combate”.
Asimismo, Sauri señaló que la famosa amnistía prometida por el tabasqueño podría ser un arma de doble filo pues si “un mensaje es ambiguo puede ser muy peligroso”.
“Pensar que va a haber una amnistía para aquellos que cometen delitos cuyas causas siguen estando presentes, como es el caso del tráfico de drogas, es francamente un búmeran contra la tranquilidad de los mexicanos”, explicó.
Te puede interesar | Siempre sí, Obrador sí sabía que Segob ha dialogado con autodefensas
Por su parte, el senador del PAN Damián Zepeda resaltó la “indisciplina” de Sánchez Cordero con lo que previamente, en campaña, había prometido Andrés Manuel: “es una idea que vienen hilando desde campaña, pensando en un absurdo que un pacto con la delincuencia pudiera de alguna manera bajar los índices delictivos”.
De igual forma, el panista añadió que negociar con el crimen organizado no sólo sería imprudente sino que llegaría al punto de la ilegalidad: “Sería un delito. Se llama encubrimiento. El que se dialogue con delincuentes acreditados con órdenes de aprehensión y que no se denuncie ante la instancia correspondiente es un delito. Un servidor público no puede hacer eso”.
