Dicen que no quieren ser presidentes… ¡y ya registraron su nombre!

Si les preguntan en público, todos lo niegan. Voltean la mirada hacia otro lado. Hacen oídos sordos.

Dicen estos políticos que la presidencia de la República no es una de sus prioridades, que el 2018 no está entre sus objetivos y que no mueven un dedo para llegar a ella.

Ante los medios y micrófonos, estos personajes sostienen que lo único que les preocupa es su encargo actual. Sin embargo, sus acciones cuentan una historia distinta.

Resulta que –según el financiero–, al menos seis precandidatos presidenciales hicieron los trámites para registrar sus nombres ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Intelectual.

Es decir, que al menos seis políticos decidieron que sus nombres eran lo suficientemente valiosos, reconocidos, y poderosos para registrarlos como una marca.

Dicen los malpensados que este registro es uno de los muchos preparativos de quienes aspiran a convertirse en candidatos presidenciales.

Después de todo, los elegidos para contender por la silla del presidente verán sus nombres en todas las bardas, todas las marquesinas, todos los espectaculares, las gorras, las playeras, las cangureras y hasta en delantales. Es decir, que se convertirán en una marca.

Por eso, mientras estos abusados dicen que no piensan en la presidencia, en lo oscurito toman las precauciones necesarias por si les toca abanderar a su partidos en la elección de 2018.

¿Y quiénes son estos políticos precavidos?

Nada menos que el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osotio Chong y el de Educación Pública, Aurelio Nuño. Además, el presidente nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones; el gobernador del estado de México, Eruviel Ávila; el gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle y el de Nuevo León, Jaime Rodríguez, el Bronco.

¿No que no coqueteaban con la presidencia?