Dilma Rousseff pide no condenar a una inocente

Este martes Dilma Rousseff jugó una de las últimas cartas que le quedan para evitar ser destituida de la presidencia de Brasil: la clemencia. La mandataria —que se encuentra suspendida de su cargo desde mayo— leyó ante la prensa una carta titulada “Mensaje al Senado y al pueblo brasileño”, en la que pidió al órgano legislativo detener el proceso del juicio político en su contra.

Rousseff también pidió al Senado “no condenar a una inocente” y ofreció que si es reinstalada en su cargo convocará a un plebiscito para que el pueblo decida si se debe o no adelantar las elecciones de 2018.

Sin embargo, al parecer las fuerzas políticas y el Poder Judicial de Brasil no están dispuestas a otorgar el perdón a Dilma pues este mismo martes, un juez aprobó que la Fiscalía abra una nueva investigación en contra de ella, esta vez bajo el cargo de obstrucción de la justicia. De acuerdo con la Fiscalía, la mandataria brasileña habría colocado a su padrino político, Luiz Inácio Lula Da Silva, como ministro de la Casa Civil.

Por lo pronto a la presidenta se le agotan los recursos; el próximo 25 de agosto dará inicio la última etapa del juicio político en su contra y las evidencias apuntan a un consenso entre los legisladores para destituirla.

En mayo, la Cámara de Diputados aprobó iniciar el proceso de juicio político en contra de Rousseff. El asunto fue turnado a la Cámara de Senadores, donde el 4 de agosto se acordó iniciar formalmente con el proceso y posteriormente, el 9 de agosto, los senadores acordaron proceder a la última etapa del juicio político, mismo que iniciará el 25 de agosto y tendrá una duración de entre tres y cinco días.

Luego de no haber sido favorecida en los “filtros” anteriores a la votación definitiva, Dilma Rousseff parece condenada a la destitución. Si en la última etapa del juicio político al menos 54 senadores —es decir, dos terceras partes del pleno de la Cámara— votan a favor de la destitución, la aún presidenta deberá abandonar el cargo.

Como referencia, en la votación en la que se decidió proceder a la etapa definitiva del juicio político, fueron 59 los votos a favor —cuatro más de los necesarios para que se proceda a una destitución en la próxima votación— por lo que la señora Rousseff parece condenada de antemano. Ahora que ya agotó todos los “recursos políticos” y pidió clemencia, ¿Qué más puede hacer Dilma Rousseff?