Ebrard y Mancera: Una historia de amor y traiciones

FOTO: ENRIQUE ORDÓÑEZ /CUARTOSCURO.COM

Miguel Ángel Mancera y Marcelo Ebrard, han sido los protagonistas de una de (tantas) historias de amor y traiciones dentro de la política mexicana. Pues mientras Ebrard acusa a Mancera de ser uno de los promotores del acoso en su contra, este último le manda un mensaje de “amor y paz” (como dice ya saben quien).

La relación de ambos, –ahora ex jefes de gobierno– se dio cuando un ingenuo Marcelo Ebrard, –entonces secretario de Seguridad Pública– le abrió las puertas de la política (y de amistad) a un abogado: Miguel Ángel Mancera, a quien nombró asesor de esa secretaría.

Mientras Mancera avanzaba dentro del alto círculo de la política, arropado por su amigo Marcelo, llegó la manzana de la discordia: la línea 12 del Metro.

Para 2012, Mancera ya había logrado posicionarse como el nuevo jefe de gobierno de la CDMX, –arropado por Marcelo quien ayudó a Mancera a desplazar a Alejandra Barrales, y colocarlo como candidato del PRD a la jefatura de la CDMX– y como sucesor de Marcelo Ebrard, por lo que decidió acompañarlo a inaugurar su última gran obra. Ambos acudieron a la inauguración de la línea 12 del Metro, y Ebrard no reparó en elogios para Mancera.

“Quiero también agradecer, en todo lo que vale la presencia del jefe de Gobierno electo del Distrito Federal, el doctor Miguel Ángel Mancera. Muchas gracias, doctor”, dijo Ebrard.

La primera puñalada… y la segunda

Los “problemas en la construcción” de la Línea 12, y la ola de reclamos de la sociedad, llevaron a Mancera a “lavarse las manos” y acusar de todas las irregularidades tanto de construcción como financieras a su hasta entonces entrañable impulsor, Marcelo Ebrard.

Acosado por la investigación, Ebrard tuvo que autoexiliarse en París, aunque aseguró que de ser necesario, regresaría al país para que se llevara a cabo la investigación, pero su presencia nunca fue requerida.

La segunda “traición” llegó cuando se rumoraba que Mancera había sido el que filtró la información para la investigación de la famosa Casa Blanca de Enrique Peña Nieto, pero esos mismos rumores aseguraban que el propio Mancera había señalado a “Marcelo”, de ser el autor que diera pie a la investigación.

Aunque las declaraciones supuestamente hechas por Mancera nunca pudieron ser comprobadas, Ebrard sí se pronunció ante estos rumores, y aseguró que sí realmente Mancera lo había dicho, debía tener las bases para comprobarlo.

El perdón del mesías

Antes de arrancar con las campañas presidenciales, el entonces candidato, Andrés Manuel López Obrador, no dudo ni por un segundo en ayudar en la redención de su carnal Marcelo, y lo nombró como uno de los coordinadores electorales de Morena, y Ebrard no tardó en hacerse la víctima.

“Yo soy de los pocos políticos mexicanos que han tenido fuego amigo y fuego enemigo al mismo tiempo…”, aseguró Ebrard a inicios de febrero pasado.

Ahora, ya como próximo canciller mexicano, bajo el manto purificador de AMLO, ha vuelto a arremeter en contra de Mancera, asegurando que él ha sido uno de los principales promotores del acoso político en su contra, y hasta reconoció que se sintió perseguido en México.

Pero Mancera no dejó pasar la oportunidad, y salió a revirar sus declaraciones, asegurando que no tiene nada en contra de “Marcelo” y usó una frase ya bien conocida para salir del paso: “como dicen por ahí, amor y paz para él”.