Echan abajo Juicio político contra Javier Duarte

Con cuatro de seis votos, en el congreso de Veracruz se rechazó la solicitud de juicio político en contra el gobernador, Javier Duarte.

Como seguramente recuerda, los legisladores panistas de aquella entidad solicitaron echar a andar un proceso de desafuero en contra del mandatario estatal.

Es así que las comisiones locales de Gobernación y Justicia, así como la de Puntos Constitucionales fueron las encargadas de preparar el dictamen.

A estas comisiones pertenecen los diputados priistas Ciro Félix Porras, Juan Manuel Velázquez Yunes, Marco del Ángel Arroyo y el diputado del Partido Verde, Eduardo Sánchez Macías.

Los legisladores antes mencionados fueron los que votaron en contra el juicio político pues consideraron que la demanda del PAN era de carácter político y electorera. Además, señalaron que si Duarte no ha podido justificar el gasto de 35 mil millones de pesos ha sido porque existe un proceso fiscal que todavía no concluye.

En el otro extremo, los legisladores panistas Carlos Urrutia y Domingo Bahena –quienes pedían el desafuero–, comentaron que las pruebas que entregaron a las comisiones eran suficientes y precisas para comenzar el juicio. Ambos lamentaron la decisión de los tres priistas y el ecologista.

No sobra recordar que las acusaciones que pesaban sobre Javier Duarte se deben a malversación de recursos públicos, violación sistemática de los derechos humanos por desapariciones forzadas y fosas clandestinas, y al aumento de asesinatos de periodistas en el estado.

Y tampoco está de más traer a cuenta que –como aquí hemos dicho–, el golpeteo mediático contra Javier Duarte es un intento del PAN y del PRD por arrebatar al PRI el gobierno de Veracruz –que concentra la tercera reserva de votos más grande–; acaso por eso, sobran los señalamientos y acusaciones contra Duarte, pese a que su gestión dista de ser la más cuestionable o la menos eficiente en México.

Pero hay más. El cobijo a Duarte –por parte de la bancada tricolor–, demuestra el error de quienes insisten que el priismo habría dado la espalda al veracruzano. Y es que sólo un ignorante de la política mexicana pensaría que un puñado de diputados locales arroparían a un político que no tenga el visto bueno de la dirigencia nacional.

Después de todo, el CEN del PRI es el menos interesado en que el gobierno de Duarte se desplome. En especial cuando los veracruzanos están a punto de votar por su próximo gobernador. ¿Así o más claro?