El “colchoncito” del INE…y más empleados

De acuerdo con el informe previo de gestión 2016 elaborado por la Contraloría General del Instituto Nacional Electoral, en los cinco años más recientes, el organismo solicitó más presupuesto del que en realidad requiere para la contratación de personal.

Además, se detalla que ha ejercido de manera ineficiente algunos de los recursos que le han sido otorgados.

El contralor del INE, Gregorio Guerrero Poza, informó cada año se solicitan más recursos para pagar a más empleados, pero “sin analizar las necesidades reales de plazas”. De hecho el informe revela que a pesar de que el presupuesto para la operación del Instituto ha crecido, en las dos primeras quincenas del año había 795 plazas presupuestales y 215 por honorarios que permanecían vacantes. En otras palabras,  “no se justifica la solicitud de recursos para pago de personal”.

Entonces, ¿Qué pasa con los recursos sobrantes?

Según el informe, la administración del Instituto opta por recaudar los remanentes y destinarlos al fideicomiso laboral o a operaciones que no se tuvieron oportunamente previstas. Es decir, en lugar de realizar una planeación adecuada para su presupuesto, el INE prefiere sobrepresupuestar sus gastos para contar con un “colchoncito”.

Por si fuera poco, Guerrero Poza calificó algunos de los gastos realizados por el INE como “erróneos”. Por ejemplo, cuestionó la celebración de un contrato con la consultora Price Waterhouse Coopers, a la que se encargó la implementación de un modelo de control interno con un costo de 8.6 millones de pesos, y del cual “no hay avances sustantivos”.

Otro de los gastos del NE que fueron cuestionados en el informe fue el pago a trabajadores de una compensación por sobrecarga laboral durante la celebración de elecciones locales, siendo que no se debe asignar ningún sobresueldo por acompañar a los Organismos Públicos Locales.

Estos datos, así como el gasto mensual de 7 millones de pesos en el salario de 112 asesores —pues algunos consejeros tienen más de 10 asesores—, la renta de automóviles y el servicio de choferes, así como la asignación de viáticos y la creación de fondos para fiestas de fin de año parecen desmentir la pretendida “austeridad” del INE.

Cabe recordar que el pasado 10 de agosto, el Consejero Presidente del Instituto, Lorenzo Córdova anunció que el INE se solidarizaría con la situación económica del país y adoptaría medidas de austeridad presupuestaria. No obstante, días después se dio a conocer que el recorte presupuestal será de tan solo 5 por ciento, y no incluirá ni los salarios de asesores ni los recursos para la construcción y remodelación de oficinas del INE, que tendrá un costo de mil 100 millones de pesos en las oficinas centrales y 500 millones de pesos en otras 12 entidades federativas.

Por ello, algunos se preguntan, ¿Dónde está la solidaridad y la austeridad presupuestaria? Hay quien piensa que al mantener gastos superfluos, pedir solicitar recursos “inflados” y no ejercer el presupuesto con responsabilidad, el INE más bien está despilfarrando.