El ensayo de Kate del Castillo sobre El Chapo en Proceso y ¡más columnistas caros para Milenio!

Por Federico Arreola

Escribo este artículo simplemente para entender por qué Milenio es… pues eso: Milenio… y por qué Proceso merece ser considerado un medio de comunicación verdaderamente trascendente y aun histórico.

Trabajé muchos años en Milenio. De hecho, fui el creador de ese proyecto periodístico. Lo hice con los recursos del empresario Francisco González, que fue mi amigo. Desde hace tiempo dejó de serlo.

Me dicen que ayer Pancho estuvo en la fiesta de cumpleaños de Diego Fernández de Ceballos. Sí, una de esas comilonas poquito de hueva –más bien, muchito de hueva– con decenas de invitados importantes que los políticos organizan para sentirse… eso: importantes.

Ahí estuvo Pancho, con otros hombres de negocios, periodistas, gobernadores, diputados, colados varios. Y, nada, el señor González me mandó saludar y preguntó por la salud de mi hija.

Todo bien, Pancho.

Aprovecho tu saludo para decirte, con aprecio y respeto, que sigues sin entender la esencia del negocio periodístico.

Cuando empezamos con Milenio, que primero fue un semanario, aspirábamos a ser mejores que Proceso. Por eso, Pancho, contratamos a Carlos Marín, que iba a renunciar a su cargo en la revista fundada por Julio Scherer porque, a pesar de ser el mejor periodista de esa publicación –fue la historia, hoy sabemos que falsa, que nos contó Raymundo Riva Palacio–, no podía seguir trabajando ahí porque Rafael Rodríguez Castañeda, un tipo mediocre –otro de los cuentos con los que nos enredaba Raymundo– lo grillaba.

Hoy está claro que Marín era un profesional del periodismo bastante limitado y que Rodríguez Castañeda conoce mejor que nadie el oficio en México.

Milenio, Pancho, anda a la baja.

Después de que dejé la dirección, Milenio vivió grandes momentos por dos razones: (i) la buena relación de ustedes con el gobierno de Felipe Calderón, que siempre ayuda, y (ii) el extraordinario trabajo de Ciro Gómez Leyva en Milenio TV.

Nunca me quedó claro, Pancho, por qué ustedes presionaron a Ciro para dejar la empresa. Intentaron reemplazarlo con más columnistas, como Jorge Castañeda y Leopoldo Gómez y recontratando a Héctor Aguilar Camín. Son buenos en lo que hacen, pero aportan poco y cobran mucho.

Como sustitutos de Ciro, ellos fueron un fraude.

El negocio periodístico basado en el columnismo caro ya pasó de moda. Se nota en los resultados de Milenio en internet.

Cuando nació SDPnoticias nuestro sitio tenía diez veces menos usuarios únicos que Milenio. Hoy, SDPnoticias supera tres a uno a Milenio. Y espero que la brecha se ensanche todavía a más.

Y, ni hablar, si tuviéramos más recursos estaríamos mucho mejor. Con lo que Milenio le paga a Jorge Castañeda, Joaquín López-Dóriga y Héctor Aguilar Camín ¡nos alcanza y hasta sobra para todo el gasto de SDPnoticias!

Para crecer, Milenio debería gastar menos en columnistas y más en proyectos verdaderamente eficaces de redes cibernéticas.

Pancho siempre ha sido un empresario competitivo, de los que no se dejan. Por eso, ante los malos resultados de Milenio, otra vez saca la cartera e invierte.

Pero ¡invierte en más columnistas caros que, insisto, muy poco aportan!

Ha anunciado Milenio la incorporación de dos “estrellas” del columnismo que le quita a El Universal, los señores Alberto Aguilar y Ricardo Alemán.

¿En serio, Pancho, piensas que esos dos van a hacer crecer a Milenio? ¿Crees que en El Universal están preocupados por haber perdido a Aguilar y Alemán? Si Juan Francisco Ealy lo piensa sin apasionarse, va a brindar porque se quedó sin dos honorarios absurdos, por elevados.

Ya ni Reforma, que empezó la moda de los columnistas caros, gasta en ellos. Y es que, sin duda, hay mejores maneras de usar el dinero.

No sé si Proceso le ha pagado a Kate del Castillo por el extraordinario texto que ella presenta en la edición de la revista de esta semana. Supongo que sí. La cantidad que sea, qué bien invertida.

El artículo de la señora del Castillo aporta mucho más, en términos de prestigio y de lectores, que un año de columnas de Castañeda, Aguilar Camín, López-Dóriga, Alemán y Aguilar.

Es una maravilla el texto –en realidad son dos textos– de Kate del Castillo. Sintetizo los largos ensayos que ella redactó para Proceso, algo que desde luego realizo amparado en el derecho con el que comienza su argumentación la famosa actriz, que es su principal protección ante cualquier acusación que se le haga: el derecho que “todos tenemos a ser informados sin ningún tipo de limitante”.

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Tomado de SDP