El “narcoestado” que propone el Obispo de Chilpancingo

Salvador Rangel Mendoza,  obispo de Chilpancingo indicó que ha dialogado con líderes del narcotráfico en Guerrero para que “cuiden” a las religiosas, seminaristas y sacerdotes que están en la zona:

“Yo abiertamente lo he dicho: he dialogado con los capos, con los jefes de esos grupos para que cuiden a los sacerdotes, religiosas, seminaristas (…) Siempre he hablado de diálogo para buscar la paz”

Así mismo indico la necesidad de crear puentes de diálogo con estos criminales para que se reduzca la violencia, y lanzó un llamado a realizar este camino de conciliación, para poder pacificar al país y votar por la opción que ofrezca esta solución

Estas declaraciones las realizó al término de las exequias del Sacerdote Germain Muñiz García, que fue asesinado junto a Iván Añorve Jaimes, sacerdote de la diócesis de Acapulco, después de haber estado en una fiesta en Juliantla, una de las zonas con mayor presencia del crimen organizado y lugar de origen de “Los Rojos”. El obispo declaró:

“Si el gobierno dialoga con ellos para simplemente delimitar los territorios, para que no se invadan unos a otros, sería una manera de poder empezar a sembrar un poco de paz en esta tierra. Yo estoy seguro de que en este diálogo se pueden conseguir muchas cosas”.

Esta propuesta del obispo es inviable. El gobierno mexicano no puede “delimitar” territorios para el crimen organizado, pues de hacerlo y ceder el control, se estaría convirtiendo en un “narcoestado”.

Con estas declaraciones, no vaya a haber un posible apoyo de la iglesia a la campaña de “ya sabes quien”.