El nuevo garrotazo de Trump al peso

Ayer por la mañana, el dólar se abarató a niveles que no habíamos visto desde principios de octubre del año pasado y llegó a cotizar hasta en 18.30 pesos al mayoreo.

El motivo del fuerte abaratamiento del dólar fueron las declaraciones del secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, en el sentido de que un dólar más débil permitiría reducir el déficit comercial de Estados Unidos.

Ayer, Trump se encargó de cambiar la percepción, cuando dijo en una entrevista que lo que él quiere es un dólar más fuerte, y que se había malinterpretado a Mnuchin.

De modo inmediato, la moneda norteamericana se encareció y se fue hasta 18.63 en pocos minutos.

No es novedad. Mnuchin tiene toda la razón y Trump no tiene idea.

Si un país tiene un desbalance comercial, como lo tiene Estados Unidos, una moneda más débil puede contribuir a equilibrarlo encareciendo las importaciones y haciendo más competitivas sus exportaciones.

Pero las insensateces de Trump le hacen pensar que, si Estados Unidos es una economía fuerte, debe tener un dólar fuerte. Y, con declaraciones como la que hizo ayer, lo consigue.

Gracias a su estrategia de renegociar el TLCAN condujo una depreciación del peso y del dólar canadiense.

Las exportaciones que México efectuó a Estados Unidos en el primer año de la administración de Trump van a ser las más elevadas de la historia, en cierta medida porque las propuestas de Trump, que fortalecieron al dólar, propiciaron que productos mexicanos y canadienses hayan incrementado su competitividad y tengan más presencia en Estados Unidos.

Además de los dichos de Trump, Wilbur Ross, secretario de Comercio, expresó que el Tratado no se firmaría si no gusta a Trump, y señaló que Estados Unidos no tiene prisa.

México también ha dicho en otros momentos que no hay fechas fatales y lo que se requiere es un buen acuerdo.

Pero, en este caso, pareciera una respuesta al señalamiento del secretario Guajardo de que ve factible terminar la negociación antes del mes de julio.

Cuando usted lea este texto, ya sabrá lo que dijo Trump en Davos este viernes. Pero, puedo adelantarle que defenderá la necesidad de fortalecer la economía de los Estados Unidos. Y va a argumentar que una economía fuerte en Estados Unidos va a ser una buena noticia para la economía mundial.

Para México, lamentablemente, esta consideración está lejos de ser algo teórico. Somos el país más expuesto a los arrebatos de Trump, comenzando por el eslabón más frágil: el tipo de cambio, como ayer lo vimos.

Ken Smith, el jefe del equipo negociador de México, dijo ayer, por cierto, que sigue sin haber una opción a la propuesta de EU respecto al tema de las reglas de origen en el sector del automóvil.

Salvo que haya una sorpresa en los últimos días de la negociación, seguramente veremos actitudes positivas, pero sin avances importantes en los temas que han marcado las grandes diferencias en esta negociación.

Quizás, lo positivo, es que –también salvo que hubiera alguna sorpresa– se garantizará que no habrá ruptura inminente.

Como quien dice, la incertidumbre seguirá todavía por un buen rato.