¿El PAN se desmorona?

Desde los años finales del periodo presidencial de Felipe Calderón se comentaba a sotto voce que Margarita Zavala podría sucederlo.

Por supuesto, tal situación constituía un caso flagrante de nepotismo y habría sido interpretado por la totalidad de los integrantes de cualquiera de las diferentes fuerzas políticas, como un caso flagrante de continuismo o para decirlo con absoluta claridad, como una reelección simulada.

Por fortuna Felipe Calderón no cayó en semejante tentación, aunque para mala fortuna de sus correligionarios de partido, eligió a quien constituía la peor alternativa para sucederlo; y fue barrido en las urnas, sufriendo una clamorosa derrota.

Posteriormente, ya fuera su consorte de la institución presidencial, Margarita Zavala comenzó a pugnar por construir, con el apoyo irrestricto de su marido, una candidatura presidencial que la catapultase a la primera magistratura.

Inicialmente trató de hacerlo desde las filas del blanquiazul, pero allá se encontró con la pandilla capitaneada por Ricardo Anaya, que no solo le cerró los espacios y le hizo la vida de cuadritos, sino que francamente echó a pique toda posibilidad de poder contender por la candidatura presidencial, al otorgar carta de naturalidad al dedazo entre el panismo.

De manera posterior, persistió en sus propósitos, al intentar generar una plataforma ciudadana e independiente, que jamás cuajó, pues Margarita no pudo sacudirse el estigma de panista, ni de ser un alfil para las intenciones de su esposo, que jamás se desmarcó de las aspiraciones de su mujer.

Hace apenas unos días, al darse a conocer la victoria de Marko Cortés como dirigente nacional panista, Felipe Calderón decidió amargarle la fiesta, al dar a conocer su renuncia, al partido de sus amores, donde militara junto con su esposa; y en el que su padre, fuera uno de los principales ideólogos.

Calderón Hinojosa en su carta de despedida dijo lo que ya todos sabemos: que el PAN no es lo que era antes: la herramienta de cambio, al servicio de la sociedad civil, debido al secuestro del que el partido había sido víctima, como consecuencia de la ambición desbordada de algunos de sus dirigentes.

La noticia como era de esperarse, sacudió al panismo y recibió muestras de apoyo, como también de censura, de parte de numerosos personajes vinculados al blanquiazul.

Lo que los rumores sugieren es que el ex presidente y su esposa, seguirán adelante con su interés de acceder al poder, esta vez a través de la creación de un nuevo partido político, que ante el descrédito de los actuales, pudiera convertirse en una alternativa interesante para todos aquellos que no comulguen con los postulados izquierdistas que se le atribuyen a MORENA y López Obrador, pues se da por hecho que al ser sus impulsores los Calderón-Zavala, el partido que surja, tendrá una orientación de centro derecha.

Demos pues, tiempo al tiempo y aguardemos a ver las repercusiones que la ausencia de este binomio político tendrá para el panismo.

Serán los logros del gobierno federal electo o sus desatinos y el grado de mejora o descomposición de la situación sociopolíticaeconómica de nuestro país, los que otorguen viabilidad o no, a las pretensiones del calderonismozavalista.

Entretanto y aunque se afanen en negarlo los personeros de Anaya, encabezados por Marko Cortés, tenemos que conocer que el PAN se desmorona como una bola de migajón, que por cierto, se hace cada día más pequeña, lo que constituye un motivo evidente de preocupación, pues para el sano equilibrio político del país se requiere una oposición fuerte y actuante, que a la fecha, tenemos que admitir, no existe. Veremos que sucede con el transcurrir del tiempo. Seguimos pendientes.

Dios, Patria y Libertad