El resultado del 1 de julio, ¿alguien puede adelantarlo?

Si alguien le dice que tiene muy claro lo que va a ocurrir en el proceso electoral en México… es que está mal informado.

Hay un conjunto de variables suficientemente numeroso para generar condiciones de incertidumbre tanto respecto al resultado como al proceso mismo.

Veamos algunos factores.

1.- El comportamiento electoral de AMLO.

Como candidato presidencial, AMLO tiene dos antecedentes. La desastrosa campaña de 2006 y la muy exitosa de 2012. En la primera perdió más de 10 puntos en los tres meses previos a la elección y en la segunda ganó más de 15 en la campaña. ¿Será esta vez el candidato que logre atraer a los votantes que hoy están inseguros, acercando su intención de voto a 40 puntos, o el que va a alejar por sus dichos y acciones a grupos de electores, quedando por debajo de 30 puntos?

2.- El caso de Ricardo Anaya.

El candidato del Frente puede denunciar cuanto quiera el uso electoral de los aparatos del Estado, al final del episodio inmobiliario que atraviesa, o va quedar un Ricardo Anaya tocado, sin credibilidad en el discurso contra la corrupción, y se va a derrumbar en la intención de voto, o un Anaya fortalecido por sortear la más feroz de las ofensivas, y que si se combina con errores de AMLO, podría disputarle el triunfo. Olvide toda posibilidad de una sustitución de candidato, eso no lo admitiría Anaya ni en sueños.

3.- La ‘fórmula Meade’.

La estrategia del candidato ciudadano del PRI es clara. Requiere tener todo el respaldo de PRI muy pronto y luego buscar atraer a electores que se sientan desencantados con Anaya. Si esa tendencia ocurriera y se combinara con errores de AMLO, como aquí le comenté ayer, en contra de lo que se cree, Meade podría tener opción de pelear el triunfo.

4.- El ascenso de los independientes.

Si Margarita Zavala vuelve a tener una intención de voto cercana a los 10 puntos o más, quizás le dé el golpe de gracia a la candidatura de Anaya. Si El Bronco logra convertirse en figura nacional con un discurso antisistema, quizá le quite algunos puntos a AMLO. Si Ríos Piter llega a la boleta y logra despegar, también puede atraer algunos –así sean pocos– votos de la izquierda. Todo este conjunto de posibilidades puede cambiar el marcador, sobre todo si hay una carrera parejera al final.

5.- Los impactos del entorno.

Además de las variables estrictamente electorales, el entorno económico, especialmente definido por la renegociación del Tratado de Libre Comercio de Norteamérica y la relación con Estados Unidos, pueden jugar. Un descarrilamiento de las negociaciones le puede dar oxígeno a las posiciones antisistema en el proceso electoral, pero un acotamiento de la incertidumbre o un avance claro en un nuevo Tratado, podría incidir en un dólar más barato y un ambiente general más favorable para quienes tienen discursos más moderados.

6.- La posibilidad de que aparezca un ‘cisne negro’.

Enumeramos los factores que son razonablemente predecibles, pero hay otros que no lo son. ¿Un golpe mortal contra Trump por parte de los investigadores de Muller? ¿Tensiones geopolíticas que desaten conflictos en el Medio Oriente? ¿Eventos críticos relacionados con la seguridad en México? ¿El factor ruso? Y súmele.

Reitero, quien diga que ya todo está resuelto, es que no entiende la complejidad del cuadro político, económico y social que vivimos hoy.