El Tren Maya propuesto por AMLO no estará listo en 4 años

Andrés Manuel López Obrador, anunció una ampliación del proyecto del Tren Maya, originalmente contemplado como parte de sus promesas de campaña para conectar Cancún con Palenque, con una extensión de 1,500 kilómetros.

Detalló que el Tren Maya tendrá un costo de entre 120 y 150 mil millones de pesos, y desde el 1 de diciembre se lanzará la convocatoria, a fin de que el proyecto esté terminado en cuatro años.

Además del incongruente contraste entre su postura respecto a este faraónico proyecto y el del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, sus declaraciones no tienen lógica alguna. Una farsa total.

Como si fuera un “déjà vu”, habría que recordarle al tabasqueño los fallidos proyectos del presente sexenio derivados por falta de tiempo, protestas de pobladores y sin duda, problemas económicos para llevarlos a cabo.

  • Tren rápido Querétaro-Ciudad de México. Se frenó de manera indefinida debido a un ajuste presupuestal por 124 mil 300 millones de pesos. Fue anunciado desde enero de 2015.
  • Tren CDMX-Toluca. Con una extensión de 58 kilómetros, el presidente Peña lo ofreció al inicio de su sexenio. Sin embargo, a pesar de que las obras continúan no verá su conclusión antes de diciembre. Costo: 59 mil millones de pesos.
  • Línea 3 Tren Ligero GDL. Con una extensión de 21.3 kilómetros. El mismo caso que el punto anterior. Su costo suma los 25 mil millones de pesos.
  • Línea 12 del Metro CDMX. Sin concluir la obra, el entonces jefe del Gobierno capitalino decidió inaugurarla antes de terminar su gestión. El resultado: cierre parcial temporal de 11 meses y cada año tendrán que invertirse aproximadamente 200 millones de pesos, aunado a otras modificaciones que se requieren.
  • Tren Transpeninsular (TTP). Uno de los 10 proyectos de infraestructura que fue concebido como “tren bala” y destinado a transportar turistas entre Mérida y Punta Venado, con escala en Chichén Itzá. El proyecto fue cancelado en 2015.

En enero de este año, los sectores empresariales de Quintana Roo y Yucatán coincidieron en que el próximo presidente, debería modificar respecto del planteamiento original hecho durante el actual sexenio, pues el tren no sólo debe ser rentable en lo económico, sino viable como proyecto de desarrollo regional, y armónico con el ambiente.

Ahora, el fundador de Morena ofrece la Ruta Maya con una extensión de 1,500 kilómetros, la cual asegura estará concluida en 2022 con tan sólo 150 mil millones de pesos.

Un “déjà vu” que deberá analizar López, quien pretende tocar no solamente Yucatán, sino Quintana Roo, Campeche, Tabasco y Chiapas.  

¿Existe realmente una demanda turística que permita sostener la operación de un transporte de este tipo? ¿Se ha considerado lo que significa “confinar” las vías férreas a lo largo de 900 kilómetros, atravesando buena parte del último manchón de selva virgen, incluyendo la reserva de Calakmul? ¿Qué dirá al respecto la recién nombrada secretaria de Medio Ambiente del próximo gabinete? ¿Y las comunidades originarias estarán de acuerdo con ceder el derecho de vía para el tránsito del ferrocarril?

Y lo más importante, ¿Andrés Manuel López Obrador no ha comparado los cálculos y resultados del sexenio que va de salida?

México no está para improvisaciones ni arranques y, mucho menos promesas inviables.