Sófocles escribió Edipo Rey, donde narra la tragedia de Edipo, un rey que con el fin de evitar la peste en Tebas debe descubrir al asesino de su antecesor en el cargo, el rey Layo.
De este modo y gracias a los oráculos, las profecías, los testimonios y otras pruebas, descubriremos que el asesino que todos buscan es el propio Edipo, quien además mantiene una relación incestuosa con su propia madre.
Los crímenes del rey son justificables si tenemos en cuenta que éste nunca fue consciente de sus actos, y que las tragedias sucedieron precisamente en el intento de evitarlas.
Sin embargo, para los ciudadanos de Tebas, los oráculos y para el mismo Edipo, la situación es imperdonable, por lo que el rey se saca los ojos como castigo y se autoexilia lejos del reino.
Por su parte, Yocasta, la madre y esposa de Edipo se quita la vida al enterarse de la verdad.
Resulta curioso como esta historia analizada bajo la premisa de que la justicia es ciega e igual para todos, incluso para los reyes, se actualiza con un caso reciente.
El lugar de los hechos es Arabia Saudita, donde hace unos días se ejecutó a un príncipe acusado de asesinato.
La condena de muerte en contra del miembro de la familia real, Turki bin Saud al-Kabirfue, se emitió desde hace tres años, cuando se le encontró culpable por la muerte de un ciudadano saudita con el que se peleó a golpes.
Es así como basándose en la ley islámica, la Corte Suprema lo castigó con la pena de muerte, pues la familia de la víctima no le concedió el perdón ni aceptó ninguna compensación económica por parte de la familia real.
En la tragedia de Sófocles, Edipo Rey, el monarca se autocastiga porque no soporta saberse asesino de su padre y esposo de su madre. Mientras tanto a la familia de éste no le queda más que aceptar la condena.
En el caso de Arabia Saudita, el rey y padre del ejecutado, Salman bin Abdulaziz reiteró en un mensaje a la sociedad que a todos se les aplica por igual la justicia y juicios de Alá.
Valdría la pena preguntarnos… ¿En México se aplican las leyes por igual?
