Escándalos de corrupción no tocan a Meade

A diferencia de Ricardo Anaya, candidato presidencial del PAN, PRD y MC; José Antonio Meade Kuribreña del PRI, PVEM y Panal no tiene que batallar para explicar operaciones inmobiliarias ni propiedades al margen de la ley.

Meade, quien cuenta con una amplia formación académica, además de haber estado al frente de varias secretarías del gobierno federal en administraciones de dos partidos políticos distintos y contar con más de 20 años de experiencia sirviendo a la sociedad mexicana, jamás se ha visto involucrado en ningún acto de corrupción.

Puede ser que Meade cargue con algunos lastres relacionados principalmente con el desprestigio del PRI y la corrupción ligada ese partido, pero a diferencia de Anaya, no tiene escándalos patrimoniales.

El año pasado, al candidato del tricolor se le trató de vincular– sin pruebas– con actos de corrupción. Los portales Aristegui y Buzzfeed –en su eterna guerra sucia– le quisieron achacar un escándalo patrimonial, el cual, finalmente resultó un fiasco.

BuzzFeed y Aristegui sacaron una fake news en la que aseguraban que Meade Kuribreña adquirió un terreno en 2.5 millones de pesos, el cual no hizo público en su declaración patrimonial.

Tras darse a conocer esta información, el equipo de Pepe Meade aclaró a BuzzFeed que su noticia era falsa, puesto que el terreno señalado sí estaba en la declaración patrimonial del actual abanderado del PRI.

Así también, aclararon que  Meade cuenta con un patrimonio acorde con los ingresos que ha percibido en cada uno de los puestos en los que ha ejercido como funcionario público.

Como era de esperarse, los detractores del Revolucionario Institucional tomaron la noticia como si fuera verídica, omitiendo que se trató de una guerra sucia, y comenzaron a difundirla en redes sociales.

Tal fue el caso con algunos afamados seguidores de Andrés Manuel López Obrador, como Epigmenio Ibarra, John Ackerman, Russia Today, entre otros, quienes mantienen una fuerte influencia entre aquellos sectores que critican con rudeza al presidente Enrique Peña Nieto y al PRI.

Cabe destacar que en los principales medios de comunicación, la noticia pasó desapercibida, puesto que no cobró relevancia, por ser una fake news.