Informes de la Sedena arrojan que en los últimos seis años y hasta el 16 de septiembre de 2016, han muerto un total de 76 militares por arma de fuego.
Lo anterior viene a cuenta porque como seguramente ya sabe, en Culiacán, Sinaloa, seis elementos del Ejército Nacional fueron ejecutados por integrantes de la delincuencia organizada, luego de que fueron emboscados en la carretera México- Nogales, mientras escoltaban a una ambulancia que transportaba a un herido de retén.
Según las investigaciones un número indefinido de hombres que viajaban en ocho camionetas, asesinó a los militares usando granadas de mano, metralletas, fusiles AR-15 y Barrett Calibre 50.
En entrevista para La Otra Opinión, el especialista en seguridad, Javier Oliva, comentó que las armas utilizadas por los presuntos narcotraficantes son controladas por el departamento de defensa del gobierno mexicano.
“Si estaban en manos de los delincuentes, esto nos habla de que en Estados Unidos siguen suministrando armas al crimen organizado”, explicó Oliva.
Además, el especialista en seguridad explicó que lo que se necesita para frenar la ola de violencia en contra la autoridad es la cooperación de las dependencias, organizaciones y de la sociedad en general.
“Ante la ausencia de compromiso, sólo podemos esperar seguir en esta situación crítica”, finalizó Oliva.
