Falta de combustible y parálisis de fin de semana, preludio de lo que viene

La falta de combustibles de los últimos días han ocasionado que la dinámica de los ciudadanos cambie de manera abrupta y el uso de los medios de transporte como las bicicletas o caminar sean opciones.

Pero el problema que se ve en algunos lugares es la falta de combustible para el transporte de alimentos, recolección de basura, servicios de emergencia, entre otros. Algo que se ve reflejado, por ejemplo en la poca afluencia de mercancías  en la central de abastos de la Ciudad de México o el poco abastecimiento de mercados populares y supermercados en los estados afectados.

Como adelantó el pasado 10 de enero el periodista Ricardo Aleman en su columna, se vienen tiempos de carestía por la falta de combustible. Así es y este fin de semana es una muestra de ello, titulares como el del Heraldo de México que indica que los capitalinos están resguardados en casa.

Más allá de la minimización del problema por parte del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, colaboradores suyos, simpatizantes y su prensa afín, la realidad en las calles es otra.

Se puede recordar que con una situación similar se vino el gran problema de carestía que vive Venezuela, todo por las decisiones erróneas del presidente. Ahora en México se puede venir un problema similar si se continua a merced del capricho del presidente.

Los datos y las realidades en la calle nos da un signo de alarma, estancamiento y de una posible crisis mayor, todo por un capricho del presidente López Obrador.