La frase del tigre suelto o amarrado no ha sido más que el penúltimo ejemplo del pastiche político, ideológico e intelectual que representa AMLO: dice que Morena se parece al partido que llevó a Madero a la presidencia en 1911, pero esa frase del tigre es de Porfirio Díaz.
Durante la Convención de Acapulco, AMLO amenazó: “Si se atreven a hacer un fraude electoral, yo me voy también a Palenque y a ver quién va a amarrar al tigre, el que suelte el tigre que lo amarre, ya no voy a estar yo deteniendo a la gente”.
El admirador del apóstol de la democracia mexicana utiliza (para defender el voto) palabras de quien estuvo en la presidencia 34 años. Cuando Díaz zarpa en el Ypiranga, el 31 de mayo de 1911, le dice a Victoriano Huerta: “Madero ha soltado al tigre, a ver si puede domarlo”.
Pero el “tigre” era el propio Huerta y nadie lo amarró. El primer experimento de la democracia mexicana terminó en un baño de sangre. Huerta traicionó a Madero, lo asesinó, dio un golpe de Estado y detentó el poder hasta el 15 de julio de 1914.
En el caso de AMLO, la frase convierte a las autoridades electorales en su rehén, porque a lo que AMLO llama “fraude” es a que (como en 2006 y 2012… y como estuvo advirtiendo Trump en Estados Unidos antes de las elecciones) el único resultado que va a aceptar es el que le dé el triunfo.
A 110 días de las próximas elecciones presidenciales, AMLO y los suyos ya decidieron que él ya ganó, al más puro estilo de Porfirio Díaz, para seguir en sus muy particulares lecturas de la historia. En resumen: ¿para qué hacer elecciones el 1 de julio, si ya las ganó el señor López Obrador?
Y háganle como quieran. Y hagan precampañas. Y hagan intercampañas. Y hagan debates o no. Y hagan 88 días de campaña. Y hagan comicios el 1 de julio. Todo eso es para nada, porque ya México tiene nuevo presidente de la República, porque lo dice AMLO.
Es reveladora parte de una respuesta de Germán Martínez Cázares a Eunice Ortega en entrevista publicada en la página 3 de hoy en La Razón, en la cual el candidato plurinominal al Senado informa que “voy a estar atrás” de Horacio Duarte, representante de AMLO en el INE:
—Usted dice que van a ganar de calle, pero en caso de que no sea así, ¿aceptarían la derrota aunque fuera por un mínimo 0.56 como ocurrió en 2006 cuando ganó Calderón?
—Ese escenario de un margen corto no se va a dar, insisto: va a ganar de calle.
Y punto.
