“Ahora que finalmente nos hemos dado cuenta del terrible daño que hemos ocasionado al medio ambiente, estamos extremando nuestro ingenio para hallar soluciones tecnológicas. La tecnología por sí sola no basta. También tenemos que poner el corazón”. Jane Goodall.
Durante años hemos actuado como si el planeta no fuese la casa de todos y el futuro no fuese a alcanzarnos. Nos preocupamos por el cambio climático, alabamos los esfuerzos de los científicos y la labor de los jóvenes para hacer conciencia del problema, pero siendo honestos, nuestras acciones todavía no reflejan que entendemos la magnitud del problema.
Quizá las cosas empiecen a cambiar. Decenas de incendios arrasan el Amazonas. Es común que haya incendios en esta época del año que es muy seca, pero ahora es inusualmente alta. De hecho, es la peor desde que se tiene registro. En minutos, el fuego consume el hogar de plantas, animales y los habitantes de la región. Las redes sociales han sido inundadas con fotografías de los incendios con la etiqueta #PrayfortheAmazon.
¿Por qué es tan grave? Lo que sucede es que se trata del pulmón del planeta. El 20 por ciento del oxigeno que consumimos se produce en esa región. Impedir la deforestación la selva amazónica resulta indispensable para poder combatir el cambio climático. El tema ha causado preocupación mundial y ha levantado muchas preguntas sobre la política ambiental de Jair Bolsonaro, presidente de Brazil y su manejo sobre esta crisis. Líderes como Emmanuel Macron, preocupados por la situación, urgió a los demás países del G7 a tratar el tema de los incendios en la selva amazónica en la cumbre que se lleva a cabo en París este fin de semana. En la Unión Europea se habla de condicionar la firma del tratado comercial Mercosur con Brazil si no se pone una solución al problema.
Las muestras de preocupación y oraciones en redes sociales, pueden poner un foco en el asunto, pero no van a resolver el problema. Necesitamos actuar. Es difícil que vayamos directamente a apagar los fuegos del amazonas pero no por ello debemos quedarnos con los brazos cruzados ¿Qué podemos hacer? El primer paso, como en la mayoría de los problemas, es la educación. Edúcate sobre el tema. Busca información sobre el cambio climático, trata de comprender el problema. Acércate a una organización que protege el medio ambiente y si te gustan sus proyectos, apóyalos. Haz que el dichoso: “Reduce, reutiliza y recicla” pase de ser un mero lema, a un estilo de vida. No pienses que tus acciones no tienen consecuencias. Las tienen. La selva amazónica no es el único lugar del planeta que está en peligro. En nuestro país también tenemos mucho que hacer. Hace unos meses la OCDE alertó al gobierno mexicano por el impacto ambiental del Tren Maya y la refinería de Dos Bocas. Nadie niega la importancia de la infraestructura, pero esta debe contar con exhaustivos estudios de sus impactos ecológicos a corto, mediano y largo plazo que edúcate sobre el temadeben ser públicos y conocidos por todos. Tenemos derecho a exigir que todas las necesarias obras de infraestructura cumplan con las normas y sean congruentes para un futuro sostenible.
No nos engañemos. La quema y la deforestación de la selva amazónica tendrán efectos duraderos en el cambio climático, al igual que las acciones que tomemos hoy para proteger planeta, o la falta de las mismas.
Buen domingo a todos.
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