El pasado 16 de septiembre, en el inicio de su gira de agradecimiento, el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, hizo una polémica declaración que retomaría toda la prensa nacional y que sería fuertemente criticada por analistas y expertos: el tabasqueño aseguró que el país se encuentra en “bancarrota” luego de 30 años de gobiernos neoliberales.
Sin embargo, ese mismo día y en ese mismo evento, el futuro mandatario una declaración que pudo haber tenido mayores repercusiones: aseguró que si en su sexenio se presentaban desequilibrios macroeconómicos o problemas de inflación, no sería por culpa de su gobierno, sino por el “mal manejo de la política financiera que haga el Banco de México”.
De acuerdo con información del portal lapoliticaonline.com.mx, el gobernador de Banxico, Héctor Díaz de León, estuvo a punto de renunciar a su cargo luego de las declaraciones de López Obrador, ello aunado a diferencias expresadas en la reunión que ambos sostuvieron días antes —el 13 de septiembre— y que de hecho habrían motivado la arremetida del tabasqueño contra el banco central.
La fuente citada aseguró que uno de los principales motivos para que Díaz de León pensara en renunciar, es que considera inviables las metas del próximo gobierno: lograr un crecimiento económico de 4 por ciento y aumentar la recaudación en 27 por ciento.
Asimismo, el gobernador del Banco de México considera inviable el plan económico del próximo secretario de Hacienda, Carlos Urzúa:
“El razonamiento de Díaz de León es pragmático: cree que será muy difícil la convivencia con Carlos Urzúa en Hacienda y con el subgobernador que en diciembre AMLO propondrá al Senado. (El Gobernador de Banxico) rechaza la emisión de dinero, la manipulación de tasas y está a favor del control estricto de la inflación. Un paradigma que, Díaz de León, entiende será motivo de conflicto con el gobierno entrante, que busca tasas de crecimiento muy por encima de lo que el entorno internacional le permitirá crecer a México. Es muy sencillo: el banquero cree que el plan económico de Urzúa es inviable”, informó LaPolíticaOnline.
Al final, el funcionario fue convencido por empresarios de mantenerse a su cargo, debido al impacto que su renuncia habría tenido en el clima económico de la transición.
Pero acaso lo grave del caso, es que, de acuerdo con el artículo 43 del reglamento de Banxico, la Comisión de Cambios del organismo será presidida por el Secretario de Hacienda. Y una de las causales para la remoción del Gobernador no acatar un dictamen de dicho comité.
Entonces, ¿Cumplirá AMLO su promesa de respetar la autonomía de Banxico? ¿O forzará la salida de Díaz de León?
