La organización ecológica Greenpeace México instaló una ola de plástico de más de dos metros de altura frente al Senado de la República en donde se discute una nueva legislación para regular los plásticos de un solo uso.
Bajo el lema “Un minuto sin legislar, una tonelada de plástico en el mar”, los activistas buscan hacer un llamado a los legisladores de la Comisión de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Cambios Climáticos del Senado para que legislen a favor del medio ambiente y no de la industria que aborda el problema reciclando y culpa a los consumidores por la crisis de plástico por la que atraviesa el país.
“Los senadores tienen una oportunidad única de legislar en favor de los ciudadanos y no a favor de los grandes intereses corporativos que se mueven en la política. Debe primar el bien común y no el interés de unos pocos que busca maximizar sus ganancias a costa del medio ambiente”, señaló Miguel Rivas, coordinador de la campaña de Océanos de Greenpeace México.
Tras varias mesas de trabajo organizadas por el Senado de la República, los senadores discuten el tema de la responsabilidad extendida, punto que los activistas de Greenpeace consideran fundamental para solucionar el problema de la contaminación plástica.
