¿Hay terrorismo en México?

Para muchos, el terrorismo podría parecer un fenómeno lejano a la realidad mexicana. Algunos lo ven como una amenaza del extremismo islámico para Estados Unidos y para la Unión Europea, donde también operan grupos nacionalistas y separatistas.

Pero ¿En realidad está México a salvo de este tipo de calamidades?

Este martes, el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) instruyó a la Procuraduría General de la República dar a conocer los nombres de las organizaciones terroristas nacionales o internacionales que operan en México, así como de los delitos relacionados con este rubro que se han cometido en o desde territorio nacional.

Ésto se da luego de que un particular presentó a la Procuraduría una solicitud de información respecto al tema.

Aunque en un principio la PGR manifestó que no cuenta con una “expresión documental” acerca de la presencia de grupos terroristas en México, la comisionada del INAI, María Patricia Kurczyn Villalobos afirmó que en otras ocasiones la procuraduría proporcionó datos acerca de detenciones de “probables responsables detenidos e indiciados por el presumible delito de terrorismo”. Asimismo, detalló que el área de inteligencia de la Secretaría de Hacienda ha presentado denuncias por el financiamiento de grupos terroristas, por lo que instó a que se amplíe la información.

Pero a todo esto, ¿Qué es el terrorismo?

De acuerdo con el experto en terrorismo, Brian Jenkins, este delito se caracteriza por:

  • Implica el uso de violencia contra civiles o la amenaza de utilizarla
  • Tiene motivaciones políticas
  • Los actos terroristas se realizan para otorgarle publicidad y notoriedad al grupo que los lleva a cabo
  • Trata de producir consecuencias más allá del daño físico que causa

Entonces, ¿Existen en México grupos que recurren a estas tácticas para alcanzar sus objetivos políticos?

En fechas recientes, diversos estados de la república han atestiguado acciones que bien podrían corresponder con la descripción de terrorismo proporcionada por Jenkins.

Así, en Oaxaca se vio a maestros de la CNTE atacar a la población civil cuando, por ejemplo, atrincheraron a miembros de IEEPO en sus oficinas o raparon a profesoras con el objetivo de disuadirlos de dar clases, todo en el marco de su lucha política en contra de la Reforma Educativa.

También, se vio a normalistas de Michoacán y maestros de la CNTE en Oaxaca, Chiapas y Guerrero secuestrar y quemar autobuses y camiones para exigir la liberación de sus compañeros —a quienes califican como “presos políticos”— o la derogación de la Reforma.

En estos casos, ¿No usaron la CNTE y los normalistas la violencia en contra de la población civil? ¿No tuvieron motivaciones políticas? ¿No lo hicieron para darle publicidad a sus demandas? Además de los daños físicos que provocaron, ¿No difundieron el terror entre los miembros del IEEPO, los maestros que no los apoyan, los transportistas y la sociedad en general?

Por estas conductas, muchos podrían pensar que la CNTE, los normalistas y sus aliados guerrilleros, como el Ejército Popular Revolucionario (EPR), el Frente Popular Revolucionario (FPR), La Comuna, el Frente Amplio de Lucha Popular (FALP), y un largo etcétera se encontrarán en la lista de grupos terroristas de la PGR.

Pero, ¿Qué dirá la Procuraduría?