Todo el mundo sabe que la Comisión Ambiental de la Megalópolis anunció cambios al programa Hoy no circula.
Todo el mundo sabe que a partir del martes 5 de abril y hasta el 30 de junio, el programa Hoy No Circula aplicará a todos los vehículos, sin importar el holograma.
Todo el mundo sabe que los autos con hologramas 0 y 00 no podrán circular el día que corresponda a la terminación de sus placas y un sábado al mes.
Todo el mundo sabe que la medida aplica a las 16 delegaciones de la Ciudad de México y en 18 municipios del estado de México.
Todo el mundo sabe que esta medida también incluye a motocicletas y vehículos con placas federales.
Todo el mundo sabe que la medida no afecta a transporte híbrido, eléctrico, vehículos que operen con gas natural y LP, vehículos que proporcionen transportes urbanos, de salud, funerarios, emergencia, protección civil, seguridad pública, transporte escolar acreditado, residuos peligrosos y los que porten placas para transportar personas con discapacidad.
Todo el mundo sabe que no habrá períodos de precontingencia, que todas serán contingencias.
y todo el mundo sabe que las fábricas del Valle de México deberán reducir de 30 a 40 por ciento sus emisiones contaminantes –en la Fase 1– y un 60 por ciento en la Fase 2.
Sin embargo, lo que pocos saben es que este reforzamiento al Hoy no circula es la institucionalización de la compra de otro automóvil.
Pocos saben que estas medidas servirán de poco cuando, en los hechos, no reduzcan la cantidad de autos que circulan por las calles.
Y lo que pocos saben es que el costo político de la nueva estrategia será altísimo.
Pero de eso hablaremos en otro momento.
