De acuerdo con datos proporcionados por el director del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO), Moisés Robles, 312 escuelas de la entidad —cerca del 3 por ciento de los planteles educativos del estado— corren el riesgo de perder el ciclo escolar debido al paro de labores que todavía mantiene la CNTE desde el pasado 15 de mayo.
No obstante, 97 por ciento de las escuelas de la entidad podrá cumplir con normalidad el calendario escolar establecido por la Secretaría de Educación Pública (SEP).
Durante un evento en una escuela secundaria, Robles y miembros de la asociación de padres de familia reconocieron el esfuerzo y la dedicación de maestros de distintos planteles para no suspender clases y cumplir con su responsabilidad de impartir educación a los estudiantes oaxaqueños.
La gran importancia de estas cifras es que demuestran un hecho que en algunas ocasiones es olvidado por muchos a la sombra del conflicto magisterial: no todos los maestros de Oaxaca —así como de Chiapas, Michoacán, Guerrero y otras entidades con presencia de la Coordinadora— concuerdan con la CNTE, ni comparten sus demandas, sus puntos de vista o su formas de operar.
Cabe recordar que desde que inició el presente ciclo escolar— el pasado 22 de agosto—, varios maestros se solidarizaron con padres de familia para exigir a la CNTE la reapertura de escuelas y el regreso a las aulas. Algunos profesores incluso ignoraron las amenazas de la Coordinadora de tomar represalias contra quienes no se solidarizaran con su movimiento y participaron en la recuperación de planteles educativos que el magisterio disidente mantenía cerrados.
Tras la presión ejercida por la sociedad oaxaqueña, padres de familia y hasta otros maestros, la CNTE anunció el pasado fin de semana que por fin regresará a las aulas, acto que sus voceros quisieron hacer pasar como muestra del “compromiso con la educación de los niños” y de su “voluntad política”.
¿Mostrará la CNTE ese compromiso y esa voluntad en las 312 escuelas de oaxaca donde se puede perder el ciclo escolar?
De acuerdo con las autoridades del IEEPO, con la reanudación inmediata de las clases y la extensión de días y horas de clases aún podría salvarse el ciclo. Pero si la CNTE continúa con sus amenazas de imponer su propio calendario y se rehúsa a aceptar a maestros designados por el IEEPO, seguirá manchando la imagen del magisterio y pondrá en riesgo la educación en dichos planteles.
