Todos saben que el comercio informal en la Ciudad de México es un problema arraigado desde hace varias administraciones; que aumentó con la llegada de la izquierda al Gobierno capitalino y a las delegaciones. Aunque muchos ven a los ambulantes como un mal que no se va a erradicar, otros tantos—políticos— apuestan por ellos porque son un gran botín político y económico.
Por eso que veamos dirigentes de ambulantes convertidos en políticos, como la priista Alejandra Barrios Richard, quien además de ser diputada local, fue candidata a jefa delegacional en la Cuauhtémoc.
Asimismo, no es novedad que los ambulantes sirven a los jefes delegacionales y al Gobierno capitalino; y los mismos delegados sirven al comercio informal.
Pero en su comparecencia de este martes en la Asamblea Legislativa, la secretaria de Gobierno capitalino, Patricia Mercado, informó que las 16 delegaciones podrán reordenar el comercio ambulante y a la vez cobrar por el espacio público, con el fin de obtener—al menos—300 millones de pesos anuales para hacer mejoras en las demarcaciones.
Es decir, el Gobierno de la Ciudad de México “cedió” el ambulantaje a los jefes delegacionales.
Según la señora Mercado, el acuerdo se trata de una oportunidad “de entrar a la reubicación y a la legalidad del comercio en la vía pública”.
Y es que el mandatario capitalino, Miguel Ángel Mancera, urgió a los 16 delegados entregar un padrón de ambulantes porque “son una fuente generadora de basura”.
Cabe señalar que—de acuerdo con Mercado—, el comercio en la vía pública no está prohibido pero tiene que estar regulado y esa es la competencia de las delegaciones.
Pero, ¿Quién se va a quedar la papa caliente del ambulantaje?
Recordemos que en el anteproyecto de la Constitución de la Ciudad de México se reconocía el derecho de los ambulantes a ejercer sus actividades en el espacio público “libres de represión”.
Entonces, ¿Los ambulantes seguirán siendo ese malestar para los capitalinos o los jefes delegacionales—con su respectiva cuota— lo pondrán en orden?
