La polarización retira a Margarita

Margarita Zavala sabía que, en un ambiente de creciente polarización política, donde muchos electores, incluyendo los panistas, un partido al que sigue perteneciendo de corazón, están en la disyuntiva de decidir con qué candidato van a enfrentar el primero de julio próximo a AMLO, una opción independiente, una candidatura de causas, alternativa a los partidos, no tenía mucho margen. Al contrario, su retiro ayudará a muchos de sus seguidores, y también a quienes tenían o tienen dudas, a esclarecer su voto. No podía tampoco, el 1 de julio, en este ambiente y en una elección tan polarizada, ser acusada de responsable, aunque sea en parte, de una derrota electoral de los principales contendientes del candidato de Morena.

La actual legislación electoral, producto de la reforma del 2013-14, es un enorme sinsentido, una suma de ocurrencias y de buenas intenciones, que nos dejó una legislación electoral que falla en casi todos los ámbitos, menos en la propia organización electoral, donde la capacidad de las instituciones es indudable y se cuenta con enorme experiencia.

Las candidaturas independientes son el mejor ejemplo de ello. Queda muy bien decir que habrá candidaturas independientes y que existen alternativas ciudadanas a los partidos, pero es mentira. Todo el sistema electoral está diseñado por y para los partidos: ellos tienen los millones de pesos a su disposición, los anuncios en radio y televisión, el control electoral. Los independientes tienen que lograr cerca de un millón de firmas cuando ni siquiera se tiene un sistema eficiente para recolectarlas, y la autoridad no tiene claridad tampoco sobre cómo evaluarlas. Ahí está el caso de Jaime Rodríguez El Broncopara demostrarlo.

Para Margarita nada fue fácil en este proceso. Se fue del PAN porque le cerraron las puertas en el marco de un fuerte enfrentamiento con Anaya. Decidió ir por la vía independiente (tuvo ofrecimiento de algunos partidos que declinó, como el PES); juntó casi un millón de firmas para poder registrarse. Cuando obtuvo la candidatura, se encontró con que no tenía ni dinero ni spots, prácticamente, nada en comparación con los candidatos partidarios, para recibir apoyo privado tenía que seguir un proceso tortuoso y complejo, incluso la cuenta bancaria que abrió para ello fue autorizada por el INE un mes después de que Margarita ya estaba en campaña. En esas condiciones se puede participar, pero jamás competir.

Pero el punto central es que la candidatura perdía sentido en el actual ambiente de polarización. Ésta es una consecuencia más de los límites de las reformas electorales que no aceptaron la segunda vuelta y obliga a los partidos a buscar el llamado voto útil en los comicios, generando las más diversas, y en ocasiones extrañas, alianzas.

Margarita Zavala y Felipe Calderón siguen siendo figuras muy populares en el panismo y en ese partido la participación independiente de Margarita generaba dudas, deserciones, parálisis interna en muchos de sus principales actores, comenzando por los gobernadores que no están comprometidos con Anaya. Se crea, por ende, la posibilidad de un espacio para poder conjuntar esos grupos y esfuerzos. No será fácil: Margarita ha puesto en claro que dejará en total libertad a sus simpatizantes. Y si es verdad que Anaya ha expresado que está en las mejores condiciones de llegar a acuerdos con ella, también lo es que el propio Meade lo ha hecho y ayer lo reiteró Vanessa Rubio. Aunque el Frente parece ganar más que el candidato del PRI con esta deserción.

Pero para agudizar las confusiones internas en el panismo, ayer mismo Meadesubió una foto con el expresidente Vicente Fox, en donde éste reitera el apoyo al candidato priista.

Todo esto gira, es obvio, en torno a la búsqueda del voto útil. AMLO hoy, sin duda, está arriba en las encuestas, pero, quizás, no tanto como sus simpatizantes creen. En todas las encuestas sigue habiendo un alto porcentaje de indecisos, pero un porcentaje más alto aún de personas que tienen decidido su voto, pero que podrían cambiar de opinión antes del primero de julio. Una elección polarizada entre dos contendientes es un escenario muy posible. La duda sigue siendo si el que ocupará esa posición frente a López Obrador será Anaya o Meade.

LA PROPUESTA ZUCKERMANN

Lo escribió Leo Zuckermann y lo comparto plenamente. Los que están en contra de la Reforma Educativa que comiencen por enviar a sus hijos a escuelas públicas. Ningún candidato lo hace, comenzando por López Obrador, el mayor crítico de la reforma. Aquí nadie comulga con el ejemplo, al contrario, son farol de la calle y oscuridad de su casa. El tema es central: las escuelas públicas (lo dice alguien que estudio siempre en escuelas y universidades públicas) deben recuperar su nivel para ser atractivas para los estudiantes y sus familias.

No apostar por la reforma, no aceptar la evaluación, demeritar los programas y enseñanzas, lo único que logra es impulsar la privatización de la educación. Cuanto peor es la educación pública más familias envían a sus hijos a escuelas privadas. Es un costoso impuesto indirecto para la mayoría de las familias y es también una estrategia que vulnera el principio de una educación laica, pública, libre y de calidad. Mientras tanto, los candidatos y los dirigentes partidarios siguen enviando a sus hijos a escuelas privadas, todos, incluyendo a López Obrador.