La vida oculta por las mañaneras

En el torbellino noticioso que ha sido este inicio de sexenio, dos meses que parecen dos años, muchas cosas, muchos cambios, avances y retrocesos pasan desapercibidos en un ciclo de noticias que difícilmente perdura las 24 horas. Ya que el presidente López Obrador ha tenido la bondad de dejarnos dos días sin conferencias mañaneras, vamos a tratar de recapitular algunos de estos temas.

Primero, la falsa austeridad. Mientras en el Congreso se da una de las principales batallas políticas por el futuro de la Guardia Nacional y la prisión preventiva (batalla que definirá en buena medida el cuadro de alianzas legislativas para el futuro inmediato), desde el gobierno se ha dejado en el abandono total a la única institución policial federal que sí existe, la Policía Federal y a sus miles de elementos. Relegados, calumniados, sin saber siquiera si tendrán trabajo en el futuro, a los policías federales les han quitado casi todas sus prestaciones y apoyos, se han quedado con unos salarios insignificantes, en virtud de la austeridad, y desde la semana pasada les han informado que tampoco recibirán, cuando estén de servicio, ni desayuno ni cena, sólo una comida al día, el resto deberán pagarlo de su bolsillo. Y estamos hablando de 40 mil elementos, donde sin duda habrá algunos malos, pero la mayoría son policías de formación que han servido por años al país y que el Estado no puede simplemente tratar peor que a delincuentes.

Las huelgas. Luego de los paros realizados en Matamoros, muchos de los cuales continúan y quieren contagiar al resto de la frontera norte, en la Ciudad de México la Universidad Autónoma Metropolitana también colocó banderas rojinegras. La paz laboral se ha roto y habrá que prepararse para un periodo convulso en el terreno laboral y sindical. Por lo pronto, el SITUAM pide 20 por ciento de aumento, contra 3.5 que propone la rectoría, en un momento en que las universidades no han recibido aumento presupuestal para 2019. El leitmotiv es que el rector gana 120 mil pesos mensuales, un poco más que AMLO.

El censo. El gobierno federal ya tiene censados a 22 millones de mexicanos para sus programas sociales. No utilizó los censos de beneficiarios anteriores, ni federales ni estatales. Para dispersar los recursos, envían los datos a los diversos bancos encargados de hacerlo, mandan con los datos una foto de la persona censada, los bancos libran las tarjetas personalizadas, piden que se le tome una foto cuando reciben la tarjeta y retiran su primer pago, la foto se le envía a las autoridades, las cuales a su vez se la hacen llegar al beneficiario. Es un trabajo enorme y puntilloso, que genera una base de datos muy cercana y confiable, con múltiples usos.

El Chapo. El juicio del capo en Brooklyn amerita un análisis mucho más profundo, pero no deja de llamar la atención de que, una vez concluido el proceso, el juez haya autorizado divulgar testimonios que no se permitió dar a conocer en el transcurso del mismo. Sobre todo, un testimonio de un muy poco confiable testigo de la fiscalía, el colombiano Alex Cifuentes, quien presume haber sido el secretario de El Chapo, quien dijo que el jefe del Cártel de Sinaloa tenía sexo con niñas de 13 años, según el testimonio que no fue dado a conocer en el juicio y que se divulgó el sábado. Las niñas las conseguían previo pago de cinco mil dólares por cada una a la Comadre María, dice Cifuentes, que sería la misma, según Cifuentes, que le llevó, en persona, un pago de nada menos que cien millones de dólares al expresidente Peña Nieto. A El Chapo y a los suyos se les puede creer capaces de cualquier cosa, pero que una matrona que prostituye a niñas en las montañas de Sinaloa sea el conducto para llevar nada menos que cien millones de dólares en efectivo a un presidente sólo es posible en alguna serie de Epigmenio Ibarra.

Las mujeres marcharon el sábado en la Ciudad de México en contra de la violencia que sufren, sobre todo en el Metro capitalino. Deberían ser muchas más, porque más allá de que el Metro se ha convertido en tierra de nadie, un espacio abierto a cualquier abuso, la violencia contra las mujeres ha rebasado todo límite. Al mismo tiempo que marchaban las mujeres, rescataban a una jovencita secuestrada en un automóvil en Tláhuac y otra se escapaba de sus secuestradores en Metro Universidad. El número de violaciones y desapariciones de mujeres supera todo lo imaginable y todavía hay quienes no quieren incorporar a estos delitos sexuales en la lista de los que ameritan prisión preventiva. Qué bueno que se luche contra el robo de combustible, pero ¿no sería importante realizar una campaña de Estado por lo menos igual de poderosa contra la violación, el secuestro y la desaparición de mujeres en todo el país?

Luis Niño de Rivera es un mexicano excepcional. Nadador olímpico, empresario, banquero, comunicador, taurófilo, y, sobre todo, un hombre con un don de gente inigualable. La Asociación de Bancos de México eligió a don Luis, quien es además el presidente del Consejo de Administración de Banco Azteca, por voto secreto de todos sus agremiados, como nuevo presidente de la ABM. Una magnífica decisión de quien será un interlocutor válido y poderoso de ese sector clave en el futuro del país.