Las blancas palomas del Frente PAN-PRD

Han influido dos factores para que no se vea el desastre de los gobiernos del PAN-PRD:

1.- Que hayan jalado la marca mediática, durante este sexenio, las detenciones de los exgobernadores Javier Duarte, Tomás Yarrington, Guillermo Padrés, Luis Armando Reynoso Femat, Roberto Borge, Jesús Reyna García, Andrés Granier Melo, Eugenio Hernández, Flavino Ríos…

2.- El hecho de que la actividad más estridente de las redes esté dominada por quienes defienden causas sociales y políticas en contra de las ideologías de la derecha, pero a quienes se atribuye falta de compromiso verdadero con lo que dicen defender, y que, según el Colmex, se llaman chairos.

Pero lo cierto es que en los estados gobernados por partidos integrantes de la coalición Por México al Frente asesinan a más personas que durante las administraciones que les antecedieron, según los datos de 2017, dados a conocer por la Organización Semáforo Delictivo:
—En Nayarit aumentaron 554 por ciento (de 39 a 255 casos)
—En Baja California Sur aumentaron 192 por ciento (de 192 a 560 casos)
—En Aguascalientes aumentaron 119 por ciento (de 37 a 81 casos)
—En Quintana Roo aumentaron 118 por ciento (de 165 a 359 casos)
—En Baja California aumentaron 77 por ciento (de mil 180 a 2 mil 92 casos)
—En Veracruz aumentaron 30 por ciento (de mil 258 a mil 641 casos)
—En Chihuahua aumentaron 28 por ciento (de mil 232 a mil 578 casos)
En todos estos estados, conducidos por gobernadores surgidos del PAN y de la alianza PAN-PRD, esos homicidios se trataron de ejecuciones del crimen organizado, relacionados con lo que Semáforo Delictivo denomina la lucha de “plata y plomo” por el control de territorios. Es decir: el narco lleva mano ahí.

Sin embargo, las perlas en los estados de la alianza no son sólo de los gobiernos actuales. Por ejemplo, durante la gestión del aliancista Gabino Cué, en Oaxaca (diciembre de 2010-noviembre de 2016), se registró un desvío en el sector Salud por más de seis mil millones de pesos.

Cué practicó el populismo de dádivas que promete ahora el candidato del Frente, Ricardo Anaya, pues aumentó el número de trabajadores eventuales en mil 500 empleados, sin tener dinero para sus salarios, por lo cual tuvo que pagarles con recursos de la seguridad social de los trabajadores de base.

Cué les quitó prestaciones a unos trabajadores para regalarle dinero a quienes no trabajaban: un embrión de la “renta universal” que promete Anaya, a 150 días de la elección presidencial, y de los tres mil 200 pesos que anuncia AMLO para cada joven que no quiera trabajar ni estudiar.

O sea, pura carne de cañón para mítines, o para lo que se ofrezca…
Como Maduro en Venezuela.