La mañana de este miércoles, diputados electos de Morena sitiaron la sede del Congreso del estado de Hidalgo, en protesta por la posible aprobación de modificaciones a la ley orgánica del poder legislativo y recientes nombramientos en las últimas semanas.
Encabezados por el dirigente estatal Abraham Mendoza Zenteno y Damián Castelán, los supuestos diputados bloquearon los cinco accesos al recinto.
Más tarde, una decena de morenistas saltaron el enrejado que resguardaba el Congreso y hubo conato de bronca entre legisladores y elementos de seguridad estatal.
Entre los manifestantes se encontraban Damián Sosa y el exrector de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, Humberto Veras Godoy.
No es la primera vez —seguramente no será la última— en que representantes de Morena se comportan como verdaderos grupos de choque o porriles.
Hace tres semanas hicieron lo mismo en el recinto legislativo hidalguense, incluso el pasado jueves se difundió un video en el cual se observa cómo diputados de Morena en Veracruz secuestraron el micrófono de la tribuna para censurar a la presidente del Congreso local, Maria Elisa Manterola.
En noviembre pasado, los diputados morenistas en la Asamblea Legislativa de la CDMX, Felipe de la Cruz, Raymundo Martínez Viste, Luciano Atlacomulco, Citlali Hernández, María Eugenia Lozano, Aleida Alavez, Ana Rodríguez y Flor Ivonne Morrales, tomaron en por lo menos cuatro ocasiones la tribuna.
La última fue durante la comparecencia del procurador capitalino, Edmundo Garrido, quien tuvo que dejar su informe por escrito ante lo sucedido.
Así se confirma una vez más que los “porros de Morena” que increpan en la tribuna obedecen a la falta de noción política y democrática del partido fundado por Andrés Manuel López Obrador.
En la próxima legislatura, cuando tengan mayoría, se espera que ya no recurran a dichas prácticas, suponiendo que serán una “aplanadora legislativa”.
