Después de que la Comisión de Seguridad Pública, Procuración de Justicia y Protección Civil del Congreso de Tabasco aprobó la famosa “Ley Garrote”, el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que su fin no es contener eventuales manifestaciones por la futura construcción del Tren Maya.
Dicha normativa establece que los manifestantes puedan alcanzar de 10 hasta 20 de años de prisión si es que llegan a bloquear obras públicas.
Sin embargo, para el político tabasqueño con esta ley la intención es evitar extorsiones y sobornos.
“No es para reprimir libertades, es para que no haya sobornos, que no se instaure el moche como forma de gobierno, se acabe el moche, se acabe el huachicol”, comentó el titular del Ejecutivo federal, en su conferencia de prensa de este lunes.
Asimismo, le solicitó al gobernador de la entidad, Adán Augusto López, que detalle en que consiste esta nueva ley; y reiteró que no tiene ninguna relación con con la edificación de la nueva refinería.
Y dejó en claro que los mismos ciudadanos aprobaron el megaproyecto petrolero, en la consulta realizada en Paraíso, Tabasco, ya que traerá empleos e incrementará la industria energética, sobre todo con la generación de gas LP, ya que por el momento solo se extrae crudo.
