Es bien sabido que el mandatario de los Estados Unidos, Donald Trump, no guarda lo que tiene que decir cuando se siente atacado, no importa si es un prestigioso periódico, un especialista o hasta deportistas, el magnate siempre se siente atacado cuando alguien no está de acuerdo con lo que él desea.
Y es que suena hasta gracioso pero en el gobierno mexicano ha nacido un nuevo Trump, menos rubio, que no habla inglés y originario de Tabasco, obviamente se trata del presidente Andrés Manuel López Obrador quien desde su inicio de mandato, el pasado 1 de diciembre de 2018, no ha parado de “exponer” a aquellos que cuestionan sus decisiones.
Hasta el momento, se ha referido a la oposición como “fifís”, “conservadores” y “neoliberales”; ha atacado a expresidentes, exfuncionarios, funcionarios, periódicos y periodistas, escritores, actores políticos, calificadoras, agencias y especialistas, todo en tan sólo 7 meses de gobierno.
Ahora, su más reciente pleito fue con el periódico estadounidense The Financial Times quienes desglosaron el problema que atrae la salida de Carlos Urzúa de la Secretaría de Hacienda y las muchas malas decisiones que ha tomado Obrador en su inicio de sexenio, dejando ver que los golpes a la economía mexicana son, en gran medida, provocados por los caprichos del tabasqueño.
Y es así, casi sin darse cuenta, como poco a poco Obrador se parece más a Trump, no en lo físico, sino en la forma de comportarse ante las críticas y ante aquellos que deciden no alabar las palabras del presidente.
