Este lunes el presidente Andrés Manuel López Obrador, emitió un video en que le piden a la corona española que “ofrezcas disculpas” por los abusos que se cometieron durante la conquista de México.
En una misiva dirigida al rey Felipe VI y al papa Francisco, AMLO solicitó que las acciones de los conquistadores violaron lo que ahora se conoce como derechos humanos, por lo tanto deben disculparse.
La Conquista sucedió hace casi 500 años, es un hecho histórico que marcó a México y su sociedad para siempre; pero ¿por qué López Obrador no le pide al presidente de los Estados Unidos, Donald Trump que se disculpe por los comentarios racistas que ha hecho contra de los mexicanos?
Desde tiempos de campaña el mandatario republicano basó su estrategia política en atacar a los migrantes, sobre todo mexicanos, llamándolos “violadores”, “ladrones”, “narcotraficantes”, etcétera.
Ya en el poder Trump ha insistido que se construya un muro en la frontera con México para “evitar que crucen drogas y delincuentes”, algo que es considerado un agravio en contra de todos los mexicanos, pero AMLO no ha pedido que el magnate se disculpe por ello; todo lo contrario, hasta se ha reunido, en casa de un particular, con su yerno Jared Kushner.
Pareciera que el “miedo no anda en burro” o que a López Obrador no le importa la integridad de los migrantes mexicanos en Estados Unidos y todos los abusos que sufren por parte de las autoridades del país vecino.
Lo más sensato sería que el presidente se ocupe del sinnúmero de problemas contemporáneos que aquejan al país —y no trate de ser protagonista en un hecho histórico—, porque el México de hoy vive una seria en situación en temas de seguridad, economía, equidad de género, etcétera.
