En la noche del pasado 19 de abril se registró una masacre en el municipio de Minatitlán, Veracruz, en donde 14 personas perdieron la vida, luego de que un grupo armado atacó a dichas personas quienes festejaban una fiesta de cumpleaños.
Tras ello, el presidente Andrés Manuel López Obrador prometió que en un plazo de seis meses bajaría los niveles de violencia y de delincuencia en el país, y para ello detalló que para lograr dicho objetivo se basaría en tres acciones: entregar apoyos por medio de sus programas sociales, la creación e implementación de la Guardia Nacional y erradicar los contubernios entre las autoridades y delincuentes.
En ese sentido, mañana se cumple dicho plazo que se autoimpuso el mandatario tabasqueño y hasta ahora no ha habido ningún resultado positivo, al contrario los niveles de homicidio, secuestro y violencia siguen en aumento.
Antes de continuar, no hay que olvidar que todas las promesas de López Obrador resultan ser un engaño y una mentira; por ello no hay que confiarse en su palabra porque, como lo hemos demostrado, todo resulta ser una farsa del dictador de Palacio Nacional.
López Obrador aseguró que después de los hechos ocurridos en Minatitlán ya no toleraría otra masacre, sin embargo esas palabras no fueron suficientes para evitar una nueva masacre, esta vez en otro punto de Veracruz, y es que el pasado 28 de agosto se registró otro ataque armado en un bar llamado “Caballo Blanco”, ubicado en el municipio de Coatzacoalcos en donde cerca de 25 personas perdieron la vida.
Además, el pasado 12 de septiembre ocho personas fueron asesinadas durante un operativo de la Policía estatal de Tamaulipas, esto luego de que los uniformados aseguraron que ataque se originó por un enfrentamiento con miembros de la delincuencia organizada.
El pasado domingo 30 de junio, inició operaciones la Guardia Nacional, y de acuerdo con Andrés Manuel dicha corporación de seguridad se haría responsable de la seguridad y bienestar de los mexicanos.
Sin embargo, en las últimas semanas hemos visto como pobladores no respetan a estos elementos de seguridad; al contrario los atacan, los golpean, les faltan al respeto y los desarman. Y lo peor es que los militares no pueden responder ya que según AMLO “los militares no son enviados para reprimir al pueblo bueno”.
Por último, López Obrador indicó que gracias a sus programas sociales y con la consigna “becarios sí, sicarios no”, alejaría a los jóvenes de la delincuencia.
Sin embargo, la organización Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) reveló a finales de agosto que el programa insignia de la Cuarta Transformación “Jóvenes Construyendo el Futuro” está envuelto en diversas irregularidades como en la forma en cómo se inscriben los becarios a las empresas, casos de ausentismo, despidos injustificados, trabajadores que hacen espacio a los becarios, falta de pagos, retención de becas, dificultades de cambio de trabajo, realización de actividades diferentes a las que fueron contratados y nula capacitación de nuevas capacidades para su formación.
Como pueden ver, todas las promesas de AMLO son una mentira ¿y aún así no quiere abrir los ojos y entender que este gobierno es fallido?
