Este jueves durante su conferencia matutina, el presidente Andrés Manuel López Obrador salió en defensa del nombramiento de Ángel Carrizales como titular de la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (Asea), a pesar de no contar con ninguna experiencia, pues dijo que vale más la honestidad que tener conocimiento.
“¿Y saben qué es lo que más me importa, más que la experiencia? La honestidad. Y para irnos entendiendo mejor, porque hay quienes tienen mucha experiencia, están graduados hasta en universidades del extranjero, tienen hasta doctorados, pero son deshonestos, y a nosotros lo que más nos importa es la honestidad”, indicó el tabasqueño.
Sin embargo, AMLO vuelve a MENTIR y se contradice, pues actualmente en su administración hay funcionarios acusados de lavado de dinero y corrupción, no tienen nada de honestidad ni honradez, por lo que una vez más, el caso de Carrizalez, no se trata nada más que de una imposición y capricho del presidente.
El ejemplo más reciente y escandaloso es el de Manuel Bartlet, director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y uno de los principales aliados del presidente, pues durante toda su carrera política ha transcurrido bajo sospecha por su millonario patrimonio, ha recibido 21 denuncias para que se investigue las presuntas irregularidades por ocultar bienes, sin embargo, el funcionario sigue bajo la protección presidencial.
Con relación a Bartlet, a otro que se le cayó el teatrito y forma parte de la 4T, es el empresario y senador de Morena, Armando Guadiana Tijerina, quien junto con el titular de la CFE, fueron acusados de realizar una compra emergente por 260 mil toneladas de carbón a productores de Coahuila, “situación que no debe permitirse ya que daña las maquinarias de las Estaciones y por otro lado es un total fraude económico para la Comisión Federal de Electricidad que debe sancionarse”.
Otra figura pública que ha enfrentado escrutinio, es Yeidckol Polevnsky, presidenta de Morena, sobre una considerable condonación de impuestos que se le otorgó y que, según ella, fue el resultado de un error de su contador.
Otro caso de los aliados corruptos de López Obrador, es un tal Napoleón Gómez Urrutia, quien tras 12 años de autoexilio en Canadá, el líder del sindicato de trabajadores mineros, acudió a tramitar su acreditación como senador plurinominal de Morena.
Urrutia se autoauxilió en Canadá cuando estalló un caso judicial por el desvío de 55 millones de dólares correspondientes a un fideicomiso de trabajadores mineros. Ahora, de la mano de López Obrador, el emblema del “charrismo sindical” obtuvo fuero e impunidad gracias a su curul en el Senado.
Recientemente, el recién nombrado gobernador de Baja California, Jaime Bonilla Valdez, quien aparte de causar polémica por plantear que su mandato dure cinco años en vez de dos, ahora es investigado por temas de bienes inmuebles en el estado donde reside y en el extranjero, así lo aseguró el periodista Carlos Loret de Mola en su columna de El Universal.
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Finalmente, tenemos una lista que realizó el diario Contrapeso Ciudadano de los alcaldes corruptos por parte de Morena, en los que se encuentran el alcalde de Tláhuac, Raymundo Martínez Vite; Alcalde de Xochimilco, José Carlos Acosta; alcalde de Álvaro Obregón, Layda Sansores; y alcalde de GAM, Francisco Chiguil, quienes son acusados de desvió de millones de pesos y violación de las leyes.
