Los “presos políticos” que secuestraban niños

Antes de que estallara la crisis de la gasolina, el presidente López Obrador habló de la liberación de los presos políticos y del inicio de la amnistía, y la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, especificó que llevaban 13 personas liberadas y que se estaba revisando el expediente de otras más. No se especificó quiénes habían sido liberados ni por qué.

Pero un mensaje en redes sociales de la ahora senadora Nestora Salgado(procesada en su momento por secuestro) permitió comprobar que entre los liberados estaban dos personajes, Sara Altamirano y Leonel Manzano, quienes fueron detenidos y acusados del secuestro de dos niños en Oaxaca, en el 2013, sobrinos del empresario Gerardo Gutiérrez Candiani.

Volvamos a contar la historia, resumida, que aquí publicamos entre agosto y octubre del 2013. El 13 de enero de ese año, fueron secuestrados, en Oaxaca, los niños Juan José Alexa Álvarez Benfield, cuando se dirigían al colegio donde estudiaban la primaria. En su declaración ministerial los dos niños aseguran que al momento de su intercepción, los secuestradores realizaron disparos a su vehículo y lograron volcarlo. Los secuestradores le dispararon al chofer en el rostro, matándolo, y sacaron a los menores de manera violenta, no se llevaron a otra hermana, Davia Álvarez Benfield, porque al verla cubierta de sangre pensaron que estaba muerta. Al niño Juan José le propinaron algunos golpes y un culatazo en la cabeza, para sacarlo del vehículo. Los subieron a una camioneta y fueron trasladados a la casa de seguridad, en donde al llegar uno de sus secuestradores los golpeaba mientras los interrogaban.

Durante su cautiverio, los menores fueron encerrados en una cisterna de dos metros de largo por dos metros de ancho, con un metro y medio de alto, donde, en todo momento, eran mantenidos sentados en el suelo con los ojos vendados, amarrados de pies y manos y encadenados, vigilados por un cuidador. Los cuidadores se alternaban cada dos horas. Los niños, para sus necesidades fisiológicas sólo tenían una cubeta cubierta con una bolsa de plástico negro, eran “aseados” cada cinco días a jicarazos, su comida consistía en guisados y té, y uno de los cuidadores se refería en sus pláticas constantemente a cuestiones sexuales, con el riesgo de algún tipo de agresión a la niña.

Vía intervenciones telefónicas, los secuestradores fueron detenidos el 17 de mayo en Oaxaca. Ellos mismos llevaron a las fuerzas de seguridad al lugar donde estaban secuestrados Juan José y Alexa, y donde fueron detenidos sus custodios.

Los secuestradores fueron reconocidos por las víctimas, por la persona que hacía de negociador y por las pruebas documentales levantadas por la PGR. Trece personas fueron detenidas por pertenecer a esta red. Están formalmente presos desde el 28 de mayo del 2013, y desde ese 6 de agosto, la Coordinadora y la Sección 22 están reclamando la libertad de estos “presos políticos”.

¿Por qué? Porque cinco de los detenidos son miembros de la Sección 22 y de la CNTE y tres son miembros del Frente Amplio de Comunidades Marginadas del Estado de Oaxaca (FACMEO), que a su vez es parte de la APPO (y de grupos armados). Están relacionados, incluso familiarmente, con Rafael Vicente Rodríguez Enríquez, asesinado el 24 de diciembre del 2011, quien había estado preso por el secuestro del niño Óscar Abraham Rodríguez (realizado con la misma metodología que el de los niños Álvarez Benfield). Rafael Vicente era maestro, fue líder de la Sección 22, líder del FACMEO y estaba casado con Gloria Manzano Sosa. Uno de los detenidos en el caso de los niños Álvarez fue Luis Gutiérrez Saldívar, pero en la investigación se descubrió que su verdadera identidad es Leonel Manzano Sosa, el hermano de Gloria.

Como parte de las investigaciones también se demostró que la voz del negociador David Vargas Araujo coincidía con la que se tenía grabada en el caso de Calixto Saúl Bravo Martínez, quien había sido secuestrado en septiembre del 2012. Vargas Araujo, en su declaración, aceptó ser asesor de la diputada Rosario Merlín; reconoció haber organizado el secuestro de los niños junto con Luis Gutiérrez Saldívar (en realidad Leonel Manzano Sosa), Mario Olivera Osorio(funcionario por la Sección 22 del Instituto de Educación Pública de Oaxaca) y Sara Altamirano Ramos (candidata a presidenta municipal y dirigente de la Sección 22), identificó a los demás miembros de la banda y dijo también que, por lo menos, dos de los detenidos participaron en otro secuestro en Otumba, en el Estado de México.

La banda estaba relacionada con, por lo menos, cuatro secuestros y sus líderes son partes del FACMEO, de la Sección 22, y varios de ellos tienen relación con el EPR, aunque podrían haberse convertido en miembros de una fracción de ese grupo armado, denominada Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), según comunicados de estas mismas organizaciones. Estos son los maestros secuestradores cuya libertad exigen la Coordinadora y la Sección 22 y que les fue concedida a fin de año como parte de la amnistía en marcha.

Ya habíamos publicado la historia. Pero hay que recordarla. No son presos políticos, son secuestradores de niños.