¡LOS QUE YA VOTARON…

¿Usted ya sabe por quién votará, el 1 de julio, para el cargo de presidente de los mexicanos? 

Está claro que cada aspirantes presidenciales lleva en sus alforjas el llamado “voto duro”; votantes incondicionales que a pesar de lo que haga su candidato –bueno o malo–, serán fieles al momento del sufragio. 

Sin embargo –a poco más de 50 días de la elección y en medio de la más feroz guerra político electoral que se conozca–, son muchos los sectores empresariales, mediáticos, instituciones y periodistas, además de los llamados intelectuales que hoy ya votaron, de manera pública y abierta. 

Y si dudan, basta una revisión elemental de quienes ya han hecho público el sentido de su voto. 

  1. Los primeros en expresar que su voto será contra el candidato de 

Morena, son casi todos los sectores empresariales, empezando por el magnate Carlos Slim.  

Y es que tanto el fundador del Grupo Carso, como los no menos influyentes capitanes empresariales del Consejo Coordinador Empresarial, el Consejo Mexicano de Hombres de Negocios, la Coparmex y el Grupo Monterrey, entre otros, no sólo votarán contra el candidato de Morena sino que harán todo lo necesario para estimular el voto útil. ¿Por qué? Por el nuevo aeropuerto. 

2.- También las dos grandes televisoras de señal abierta; Televisa y Azteca, ya dejaron claro el sentido de su voto. Y sólo basta ver el tratamiento parcial y maniqueo que han hecho de las entrevistas colectivas las dos cadenas nacionales, para percatarse del sentido de su voto. 

Tanto Televisa, como Azteca, no cuestionaron ni con el pétalo de una rosa al candidato de Morena, pero fueron demoledores en su cuestionamiento contra los candidatos Ricardo Anaya y José Antonio Meda. 

3.- El tratamiento parcial y maniqueo de las entrevistas a los candidatos dieron lugar, incluso, a que el propio candidato de Morena reconociera, en tono burlón, que los empresarios mediáticos lo han tratado bien. ¿Qué significa lo anterior? 

Que las dos televisoras ya votaron y que hacen parte de la campaña sucia a su preferido, contra sus adversarios. 

4.- Resulta penoso el papel de no pocos “intelectuales”, otrora críticos de Morena y de su candidato. Hoy en público hacen “malabares” para justificar una supuesta imparcialidad pero que no dejan pasar la oportunidad para demostrar su “lealtad por lo bajo”, al puntero, a pesar de que los obliga a comer sapos y serpientes. 

5.- Y, por último, el INE parece que ya decidió su voto por el candidato de Morena. ¿Lo dudan? 

Revisen las posturas públicas de los tres moderadores del tercer debate. Los tres fueron rechazados en la primera y segunda ronda, con el argumento de su probada filiación al candidato de Morena. Hoy ese defecto se convirtió en virtud. ¿Qué tal?  

Al tiempo.