Luis H. Álvarez, el gran pragmático: Vives

La tarde del miércoles se confirmó la muerte de Don Luis H. Álvarez a quien –en este espacio– hemos motejado como el padre del panismo moderno.

En entrevista para La Otra Opinión, el Doctor Horacio Vives –un estudioso de la trayectoria política de Don Luis–, explicó que contrario a lo que se ha publicado en prensa, el panista no fue un ideólogo sino un pragmático del poder.

Vives recordó que Luis H. Álvarez nació en 1919, el mismo año que José González Torres y Adolfo Christlieb Ibarrola; tres de los pilares del PAN.

Por un lado, González Torres fue el gran doctrinario del partido azul; en el otro extremo, Christlieb Ibarrola se convirtió en el negociador; mientras que Luis H. Álvarez será recordado como el pragmático del PAN.

A lo largo de su vida –de casi 100 años, muchos de ellos dedicados al PAN–, Don Luis jugó varios roles en la vida política de su partido: desde una oposición testimonial –como cuando contendió por el gobierno de Chihuahua en 1956–, hasta convertirse en un actor relevante y líder de una oposición activa y transgresora, como la que vimos también en Chihuahua, en 1986, luego del llamado Fraude Patriótico.

El trabajo político de Luis H. Álvarez lo convirtió en un referente del panismo y de la vida pública nacional. Además, su pragmatismo hizo posible la llegada al PAN de figuras muy lejanas a los doctrinarios tradicionales –como Vicente Fox, Ernesto Ruffo, Manuel Clouthier o Francisco Barrio–; y también permitió un acercamiento con el gobierno de Carlos Salinas de Gortari que –enemistado con el frente que encabezó Cuauhtémoc Cárdenas y desesperado por legitimidad y apoyo en el Congreso–, pactó con la derecha del PAN y sumó al partido en la toma de decisiones.

Es así que, la ruta de Luis H. Álvarez permitió que el partido azul gobernara sus primeros estados –Baja California, Chihuahua y Guanajuato– y al paso del tiempo, se convirtiera en el primer partido distinto al PRI en ocupar el poder presidencial.

En su rol de negociador, de pactista, de visionario y de pragmático, Luis H. Álvarez hizo posible el PAN que hoy conocemos, un partido que transitó de los días en que era casi imposible hacer política desde la oposición, hacia la competencia política real y las elecciones periódicas, confiables y transparentes.