Para la titular de la Secretaría de Gobernación (Segob), Olga Sánchez Cordero, que el presidente, Andrés Manuel López Obrador, haya anunciado que la Guardia Nacional vaya a ser comandada por un mando militar, no tiene nada de burla.
“No es una burla ni es un engaño, tenemos un problema de violencia y de seguridad en nuestro país, que estamos comprometidos, cuando menos a intentar resolverlo de manera eficiente, acabo de manifestar que la Guardia Nacional es una reforma constitucional de la que yo no tengo memoria y no tengo memoria porque fue aprobada en forma unánime por el Congreso federal y por las 32 entidades federativas”, mencionó Sánchez Cordero.
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De acuerdo con la ministra en retiro, el Ejecutivo tiene la facultad —gracias a la reforma constitucional— de designar el mando del próximo cuerpo de seguridad, sin importar que este sea militar o civil.
“La propia Constitución establece que el propio presidente de la República determinará quién será el que tenga el mando, desde luego estará obviamente integrada como lo establece la Constitución por la Policía Militar, por la Policía Naval y la Policía Federal esta estructura estará yo creo que ya creada en muy poco tiempo y el tema y el gran reto es implantar la Guardia Nacional en todo el territorio”, agregó.
Puede que para la funcionaria federal esto no sea una burla; pero para activistas, oposición y gran parte de la población, sí lo fue, porque cuando se aprobó los legisladores —sobre todo de Morena— gritaron a los cuatro vientos que la Guardia Nacional tendría un mando civil.
