El candidato a la jefatura del Gobierno de la Ciudad de México por el Partido Humanista, Marco Rascón, propuso en su arranque de campaña revisar el proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, reducir la jornada laboral de ocho a seis horas y despenalizar el uso de la marihuana.
Estas propuestas suenan tan populistas como las del dueño de Morena, Andrés Manuel López Obrador, a quien el también llamado “Superbarrio” ha calificado de conservador y “profundo anticomunista”.
En su intento de convencer a los ciudadanos de que le den su voto y de mantener el registro del partido en la capital del país, Rascón optó por la opción más simple y fácil y que tanto recrimina al tabasqueño: el populismo.
En el caso del NAICM, tal y como se ha reiterado al aspirante presidencial de Morena, es una obra que lleva más del 70 por ciento de avance, al igual que las licitaciones para tal fin. No sólo eso, Marco Rascón no mencionó –o no sabe– que la revisión de los contratos son competencia del gobierno federal.
El activista y demagogo –en un caso remotísimo de que triunfara– ya habló por los empresarios y empleadores ante su propuesta de la reducción laboral, de la cual no hizo estudio alguno y fue ocurrencia para llamar la atención y empatía de los votantes.
En el caso de la cannabis, no se puede despenalizar el consumo de la marihuana al no ser delito. Se pueden portar cinco gramos de acuerdo a la Ley General de Salud. El término correcto sería legalización y lo que buscan algunos grupos es su cultivo controlado. Pero de igual manera, parece ser que Rascón no estudió el tema y dijo el primer disparate que se le vino a la mente.
Muy parecido a lo que ha hecho AMLO durante sus tres intentos por llegar a la presidencia de la República, recriminado por Marco Rascón y retomado por “Superbarrio”. Entes con aparente personalidad múltiple.
