¿Más impresentables?: Emilio Álvarez Icaza

Eso que muchos critican como “el sistema”, estarían fritos si no fuera por “el sistema”, que les permite, como a Emilio Álvarez Icaza, campear como reyes con el dinero que dedica “el sistema” a permitirles vivir… del “sistema”.

Hasta Ricardo Anaya dice hoy que no pertenece “al sistema”, cuando en el “sistema” ha sido, durante 15 años, funcionario federal y ocupado muchos cargos de elección popular, sin que jamás ningún ciudadano lo eligiera ni para vender cacahuates.

Y al equipo de Anaya llegó a trabajar ayer Álvarez Icaza para “aportar ideas”, en lo que es una desvergüenza, no sólo porque Álvarez Icaza es ya candidato a senador por el Frente del que Anaya es candidato presidencial.

La desvergüenza es también porque Álvarez Icaza es dueño de una “organización ciudadana” denominada “Iniciativa Ahora”, que se vende como para “combatir las condiciones primero de impunidad y regresar el ejercicio del poder público a los ciudadanos”.

Ajá, pues por “aportar ideas”, Álvarez Icaza ya le sacó al Frente, para su “Iniciativa Ahora”, tres postulaciones para el Senado y cinco para la Cámara. Un “sistema” muy generoso, aunque Álvarez Icaza es de quienes se la pasan diciendo que el “sistema” no da para más. Imagínense que “diera”.

Porque si a alguien le ha dado es a Álvarez Icaza. Sí, el mismo que ayer destacó su compromiso por actuar con congruencia para construir otro modelo político. ¿Otro modelo? Pero si con éste le va requetebién. Avaro que es este hombre. Veamos:

Álvarez Icaza se metió a vivir del “sistema” como político profesional, por la vía de los derechos humanos. Fue ombudsman del DF (2001-09), pagándole a su secretaria, Laura Elena Gutiérrez, 71 mil 367 pesos mensuales durante ocho años: más que todos los secretarios del GDF.

Y se dedicó a viajar con dinero del “sistema”: Ginebra, París, Copenhague, Bruselas, Estrasburgo, Estocolmo, Londres, Viena, Córdoba y Estambul, Washington, Chicago, Boston, Austin, Mineápolis, Ottawa, Buenos Aires, Asunción, Ciudad de Panamá, Lima, Quito, Managua y Tegucigalpa.

Tantas relaciones internacionales hizo con dinero del “sistema”, que se convirtió en secretario ejecutivo de la CIDH, posición que usó para hacer campaña política en México y hacerse de una candidatura al Senado, viviendo del caso Iguala.

Por pasársela haciendo política aquí, Álvarez Icaza cobró dos millones de dólares al “sistema” mexicano y, de paso, gastó el 82 por ciento del presupuesto de la CIDH en salarios para sus cuates y sólo 18 por ciento en trabajar casos.

Ah, y a aquella secretaria suya, a la que le pagaba en la CDHDF más que a un secretario de gobierno, se la llevó a la CIDH como “voluntaria”. Faltaba más. Sí, señor: el “sistema” sí funciona, y funciona muy bien…

Para Álvarez Icaza.