Meade: El triunfo posible

Son muchos, entre empresarios, intelectuales, periodistas y ciudadanos de a pie que suponen o imaginan que la presidencial ya está decidida. Dicen que las encuestas son contundentes y que, por tanto, el candidato de Morena es imbatible.

Sin embargo, suponer que asistimos a una elección ya decidida no sólo hablaría del fracaso de la democracia electoral –en donde la única encuesta es la que arroja el recuento de votos–, sino que sería irresponsable ignorar a casi el 50 por ciento de potenciales electores, entre indecisos y quienes prefieren ocultar su voto.

Hoy no sólo no hay nada para nadie en la contienda presidencial sino que existen evidencias contundentes de que el candidato José Antonio Meade puede resultar con la victoria.

¿Y cuáles son las evidencias?

1.- Tomaremos como buenas las encuestas que colocan al candidato de Morenas en la punta. Esas encuetas arrojan que 35 y 40 por ciento –en promedio–, de electores no ha decidido su voto; es el universo de indecisos.

2.- Esas encuestas arrojan que al momento de levantar la muestra, entre 4 y 5 de cada diez consultados se niega a participar. ¿Por qué? Porque son ciudadanos que prefieren esconder el sentido de su voto. Analistas calculan que entre indecisos y quienes ocultan su voto, estaría el 50 por ciento de los electores.

3.- ¿Por qué un ciudadano esconde, oculta o disfraza su voto? El ciudadano que no quiere decir por quién votará teme ser insultado, agredido o colocado en el territorio de los “políticamente incorrectos”.

4.-.Y es que hoy, lo “políticamente correcto” es verse “antisistema”. Es decir, “mentar madres” contra el PRI, a pesar de que lo peor del viejo PRI está en Morena; cuestionar a los corruptos del PRI, a pesar de que Morena y el PAN tienen candidatos igual o peor de corruptos que el PRI y satanizar “la guerra contra el crimen”, a pesar de que Morena tiene candidatos criminales.

5.- ¿Cuántos ciudadanos –del 50 por ciento que esconden su voto–, están a favor de AMLO, cuántos a favor de Anaya y cuántos de Meade? Los seguidores de Morena gritan su fanatismo, los de Anaya defienden su panismo y los de Meade se callan. ¿Por quién votará ese 50 por ciento?

6.- Es muy probable que en su fuero interno los millones de electores que esconden su voto temen la vuelta al pasado de Morena y piensen que el mejor candidato es José Antonio Meade, el no priísta que, por ello, no es el continuismo, además de que está blindado contra las balas de la corrupción, la transa y el cochupo.

7.- Por eso Meade exalta las diferencias entre su propuesta de futuro y el regreso al pasado de Morena; el fin de la impunidad que proponen PRI, PVEM, Panal contrasta con el premio a la secuestradora Nestora Salgado, de Morena.

8.- Además de que el PRI es el único partido con estructura en 300 distritos, en miles de comités municipales, seccionales, de barrio y colonia; estructura que bien aceitada es una máquina de votos.

¿Puede o no ganar Meade?

Al tiempo.