A pesar de que el pasado 13 de junio el presidente, Andrés Manuel López Obrador, firmó un memorándum en donde prohibía el “nepotismo” dentro de las dependencias federales; al gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García, poco le importó y hasta reta a las autoridades para que demuestren que ha cometido dicha acción en su gobierno.
Básicamente el memorándum que envió AMLO iba dirigido a secretarios, directores y servidores públicos federales, pero por ética —y con la intención de evitar conflictos de interés— debería ser obedecido por los diferentes funcionarios sin importar que sean estatales o municipales.
#OjoAquí ?️ Esta es la carta en la que #AMLO les pide a todos los servidores públicos ser buenos y “no permitir, bajo ninguna circunstancia, la corrupción”
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— Expansión Política (@ExpPolitica) 13 de junio de 2019
Pero el caso de Cuitláhuac García es inadmisible, ya que como gobernador emanado del partido oficial —Morena— debería encargarse de erradicar el nepotismo y la corrupción dentro de su administración, ya no se diga promoverlo.
Todo este tiene su origen, en que presuntamente el secretario de Finanzas de Veracruz, Eleazar Guerrero, es su familiar; sin embargo, García Jiménez considera que no hay ninguna ilegalidad al respecto.
“La ley es muy clara, que consulten la ley y que vean que no está tipificado lo de nepotismo, yo dije que me investiguen”, declaró el mandatario estatal.
Con tales palabras el morenista, prácticamente da entender que un familiar sí trabaja dentro de su administración, pero como según él, nepotismo no está tipificado como delito, puede dejarlo ahí sin problema, aunque podría caer en un eventual conflicto de interés, que sí entra en el marco de la ilegalidad.