México cayó dos posiciones, de la 44 a la 46 entre 140 países analizados, en el Índice de Competitividad Global 2018, difundido por el Foro Económico Mundial (WEF), lo que implicó un retroceso respecto al año anterior, ocasionado principalmente por los problemas de inseguridad y corrupción que persisten en el país.
Este Índice se encarga de la evaluación de factores que determinan la productividad de un país, en el marco de la 4ta Revolución Industrial, que tiene que ver con temas de capital social, preparación para el futuro, apertura de comercios, deuda, entre otros.
México se encuentra en la segunda posición de los países de América Latina, siendo superado sólo por Chile, pero rebasando a Costa Rica y Panamá.
De acuerdo con el análisis del WEF, la fortaleza de México se debe al alto grado de producción y el comercio con el que cuenta. Sin embargo, el país sigue presentando altos índices de violencia e inseguridad, crimen organizado y un elevado nivel de corrupción, los cuales han afectado su descenso en esta materia. Asimismo, otro grave problema que afecta su avance es el rezago que padece en el rubro de educación.
“Es imprescindible que nuestro país lleve a cabo estrategias integrales para fortalecer el Estado de derecho, lo que contribuirá al ataque a la corrupción y a fortalecer la confianza en las instituciones, rubros en los cuales marca retrocesos”, destacó José Manuel López, presidente de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo.
