Las severas medidas implementadas por el gobierno de Estados Unidos de separar a los niños de sus familias para frenar la migración, han llevado al gobierno mexicano a pedir al Consejo de Derechos Humanos de la ONU, emitir recomendaciones urgentes a los gobiernos por sus políticas migratorias que violan los derechos fundamentales.
Ante el alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad al Hussein, la embajadora de México ante el organismo, Socorro Flores, condenó a los Estados que criminalizan la migración y que separan a los niños de sus padres.
“Son inaceptables políticas que permiten la separación de los niños en la frontera, las cuales no se ajustan a los estándares internacionales en materia de derechos humanos ni son consistentes con el principio del interés superior del niño, por lo que deben ser abandonadas”, puntualizó Zeid Ra’ad.
Asimismo hizo un llamado para frenar las políticas que alientan la discriminación, xenofobia y la polarización de la sociedad, por lo que pidió al alto Comisionado que de forma inmediata se realice el cese de la separación forzosa de menores de padres migrantes, considerando inadmisible que un Estado sea capaz de infligir tal daño para disuadir a los migrantes.
En tan sólo 6 semanas de la aplicación de la política “tolerancia cero” implementada por el gobierno estadounidense, cerca de 2 mil menores migrantes han sido separados de sus familias en la frontera con México.
