Este 25 de enero la calificadora Fitch Ratings baja la calificación de deuda en pesos de Petróleos Mexicanos (Pemex) de BBB+ a BBB-, lo que significa el incremento de la deuda de la paraestatal con un valor de 80 mil millones de dólares, sumergiéndola en un agujero financiero.
Mientras esto sucedía, el director de Pemex Octavio Romero Oropeza entraba en la profundidad de una toma clandestina en el Pueblo de San Martín Xochinahuac, en Azcapotzalco, Ciudad de México.
Por este suceso, tuiteros hicieron una alusión de que mientras la empresa entraba en un agujero financiero, su director se escondía en otro agujero.
Buena metáfora: el director de Pemex estaba metiéndose a un ducto cuando Fitch anunció que degradaba la calificación de deuda de la empresa. https://t.co/azRO0kBYnF
— Esteban Illades (@esteban_is) January 30, 2019
Una metáfora triste, pero cruel en el panorama de la empresa emblema y sustentadora de gran parte del gasto público en el país. Además de que al frente se encuentra un Ingeniero Agrónomo que desconoce de términos técnicos o jurídicos de la paraestatal.
Ojalá sea un momento de broma, pero si es un augurio de lo que sucederá con Pemex, se vendrán abajo miles de promesas de la “Cuarta transformación” y lo peor afectará a todos los mexicanos.
