Mientras unos cambian de identidad, en Turquía liberan 38 mil presos

José Agustín escribió como parte de una trilogía la novela Vida con mi Viuda, donde cuenta la historia de Onelio de la Sierra, un cineasta medianamente conforme con su vida que debe tomar una decisión extrema cuando, al salir de su trabajo se encuentra con un hombre a punto de morir sobre el pavimento que es idéntico a él.

De esta forma, Onelio reflexiona sobre su existencia y al darse cuenta de que no es tan feliz, intercambia su identidad por la del muerto, creyendo que así será libre. Sin embargo, está muy equivocado.

Y es que el occiso tenía un oscuro pasado, y cuando el personaje asume su identidad, también asume sus responsabilidades.

Onelio justifica su actuar durante toda la novela con el argumento de la curiosidad, y es que según él, quería saber cómo reaccionaría su familia, su esposa y sus seres queridos en caso de que muriera, pero el plan termina siendo poco conveniente.

Resulta curioso cómo los seres humanos cometemos errores bajo el supuesto de una mejora; es decir, cambiamos unas cosas por otras creyendo que la opción a elegir es la adecuada, pero en gran medida, las determinaciones extremas suelen no terminar bien.

Por ejemplo, está el caso de Turquía, donde apenas esta mañana se dio a conocer que el gobierno liberará a 38 mil presos comunes para hacer lugar a los miles de presos políticos que fueron aprehendidos después del intento de golpe de estado del pasado 15 de julio.

La resolución del mandatario turco, Recep Erdogan, se debe a que las cárceles de su nación ya están saturadas.

De acuerdo con la información, en los últimos 14 años de administración islamista, los penales y centros de reclusión de Turquía han superado sus límites, pues de 59 mil 429 reos que había en 2002, la cifra pasó a ser de 187 mil 647 en este año.

Sin embargo, lo anterior no significa que haya aumentado la delincuencia en aquella nación, más bien quiere decir que aumentó la represión y con ésta se cancelaron libertades básicas que propiciaron la persecución de más gente.

En la novela de José Agustín, Vida con mi VIuda, Onelio de la Sierra debe aprender a lidiar con su mala decisión y afrontar las consecuencias poco afortunadas que ésta conlleva.

En la vida real, soltar a 38 mil presos para ingresar a 17 mil 740 nuevos imputados tampoco parece ser la mejor elección. Sin embargo, la decisión del gobierno turco ya está tomada.