Muchos comentarios surgieron luego de la muerte del activista morelense y opositor de la reactivación de la termoeléctrica de Huexca, Samir Flores. Unos aseguran que su deceso fue producto de actividades ilícitas con criminales.
Otros afirman que fueron circunstancias ajenas a su actividad política y social, sin embargo, algunos más concuerdan en que el autor intelectual de esta pérdida fue el propio gobierno, principalmente el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Y es que resulta sospechoso que fuera el propio Samir, integrante del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y el Agua (FPDT) y quien se había pronunciado en contra de la consulta ciudadana que el gobierno obradorista llevaría a cabo en los estados de Morelos, Puebla y Tlaxcala el que aparecía en las portadas de los noticiarios, periódicos y portales de internet como uno más en la gran lista de muertos en los primeros meses del gobierno de Obrador.
Tras la muerte de Samir Flores, López Obrador sólo se limitó a decir que lamentaba los hechos pero que no sería él quien se encargara de realizar las investigaciones, así, sin darle la importancia a lo ocurrido señaló que la consulta no se cancelaría.
No contentos con minimizar un acto tan vil como la muerte de un ser humano, hoy se dio a conocer que la Fiscalía de Morelos “extravió” una cartulina en donde se podía leer una amenaza directa a la vida del activista, es decir, una parte fundamental que probaba que Flores fue asesinado y no “sólo murió”, una prueba que podría dar con el criminal que cortó la voz de un opositor a este ya reprimido país.
“Se pierde” evidencia del asesinato de Samir Flores: Fiscalía de Morelos
No se trata de culpar a nadie sin pruebas, pero es importante remarcar que no es una coincidencia que en este país gobernado por un contendiente que realizó campaña durante 18 años los opositores han sido callados, y de manera definitiva.
