A 18 días de las elecciones presidenciales, en el tercer debate conducido por Leonardo Curzio, Gabriela Warkentin y Carlos Puig no, faltaron algunas situaciones incómodas entre los moderadores y los presidenciables: Ricardo Anaya, Andrés Manuel López Obrador, José Antonio Meade y Jaime Rodríguez Calderón.
Algunas preguntas quedaron sin respuestas y otros simplemente pasaron desapercibidas, pues los candidatos aprovecharon el tiempo para atacarse mutuamente.
El abanderado de la coalición por Juntos Haremos Historia, llegó al debate con el discurso de siempre: el de acabar con la corrupción, como la única medida para terminar todos los males del país.
Cuestionado sobre cómo combatir la pobreza y la desigualdad, el candidato no dio respuestas serias y concretas, y “cantinfleó” diciendo que todo esto se lograría si se abate a la corrupción.
El candidato independiente Jaime Rodríguez Calderón, “El Bronco” fue cuestionado por su propuesta “mocha manos” y se le preguntó que si crearía un sistema de verdugos nacionales, así como quién va a cortar la mano a los delincuentes.
A lo anterior, Rodríguez Calderón, respondió que esto estaría regulado por un Tribunal.
En tanto, Anaya Cortés y Meade Kuribreña se enfrascaron una discusión: el panista señaló que meterá a la cárcel al presidente Enrique Peña Nieto, investigará y castigará a los responsables de casos como Ayotzinapa y Odebrecht, entre otros.
En este tercer debate, parece que el candidato de las propuestas fue el abanderado del PRI, Partido Verde y Nueva Alianza, Meade Kuribreña.