La ola de indignación y críticas por la separación de familias migrantes, sólo se agrava con las declaraciones hechas por niños migrantes que denunciaron que, durante su estancia en los centros de detención, sufrieron de malos tratos y humillaciones.
Según las declaraciones hechas por algunos jóvenes de hasta 15 años que estuvieron alojados en el centro de detención en Virginia, Estados Unidos, señalaron que en su estancia fueron golpeados, puestos en aislamiento durante largos períodos, desnudados con frío en celdas de concreto y hasta se les colocaron grilletes.
Lo ocurrido fue denunciado por al menos 6 jóvenes que estuvieron en el lugar por varios meses e incluso años. Los documentos judiciales detallan que los jóvenes recluidos fueron despojados de sus ropas por los guardias, además, fueron amarrados a sillas con bolsas cubriendo su cabeza.
Un migrante hondureño de 15 años, declaró que era esposado a una silla, y lo “ataban todo, de los pies hasta el pecho, uno no podía moverse (…) Te controlan totalmente. Te ponen una bolsa sobre la cabeza. Tiene agujeritos, uno puede ver a través de ella. Pero te sientes ahogado con esa bolsa”.
Las declaraciones del joven, se suman a las realizadas por una especialista en desarrollo infantil que trabajó en dicho centro, y quien asegura que vio a menores con magulladuras y huesos rotos que atribuyeron a los guardias.
Por su parte, el presidente estadounidense Donald Trump, justificó la violencia alegando que muchos de los enviados a los centros de detención fueron asociados con miembros de MS-13 y otras pandillas violentas.
Pero sus declaraciones fueron contradichas por el uno de los directivos del lugar, al señalar que los jóvenes no parecían pandilleros, y por el contrario padecían trastornos mentales como producto de los traumas sufridos en sus países de origen.
