“No conocí a Chávez, ni a Maduro”, tampoco a Gandhi ni a Mandela, eh

AMLO le zafa a sus simpatías y cercanías con el chavismo, con una respuesta tan fatua como las palabrejas que rebusca para acercarse al “pueblo”, porque da al “pueblo” por ignorante, cuando en verdad lo hace para encubrir su insuficiencia intelectual.

“Yo no conocí a Chávez, no conozco a Maduro, bueno, con decirles que ni conozco Venezuela. Yo soy de Tepetitán, Macuspana, Tabasco”. Es lo que dice el candidato de Morena, PES y PT sobre Venezuela. Pero se trata de un despropósito de AMLO, por no escribir un sinónimo de despropósito.

Porque tampoco conoce la India ni conoció a Gandhi y se declara admirador de éste. Lo mismo con Sudáfrica y Mandela. Y de ambos próceres del pacifismo universal se declara admirador, aunque AMLO tiene de todo, menos de pacifista.

No es pacifista un político que lleva un cuarto de siglo agrediendo a medio México, alimentando el odio y la polarización entre sus compatriotas, dividiéndolos con epítetos racistas y clasistas:
—Traidores
—Mafia del poder
—Los de arriba
—Los ricos
—Los camajanes
—Los machuchones
—Los finolis
—Extrema derecha
—Los exquisitos
—Los picudos
—Los señoritingos
—Los blancos
—Los peleles
—Los gerentillos
—Los fifís
—Los solovinos
—Las chachalacas
Y no conoce a Chávez, ni a Maduro, ni Venezuela, pero este viernes, por ejemplo, su partido aliado para llevarlo a la Presidencia, el PT, organiza en la CDMX un seminario para respaldar al gobierno de Maduro que, de acuerdo con algunos de los asistentes, debe ser replicado en México.