La llamada Ley Atenco –que oficialmente se conoce como Ley que Regula la Fuerza Pública–, llegó para quedarse. Así lo afirmó a La Otra Opinión, el secretario de Gobierno del estado de México, José Manzur.
Luego de los reclamos, de la indignación y de los intentos por frenar la legislación, José Manzur aseguró que la “Ley Atenco” no le quita el sueño, que no es una afrenta a los derechos humanos y que no existen elementos para frenarla.
Según Manzur, esta ley nace por recomendación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Luego de reuniones entre autoridades mexiquenses y personal de la CIDH, se pidió al gobierno del Edomex regular el uso de la fuerza pública.
Es así como nació la que hoy se conoce como Ley Atenco.
Manzur aseguró que él mismo ha estudiado la ley, que el gobernador ha analizado la ley, que la Comisión de Derechos Humanos del estado de México ha diseccionado la ley y que el Congreso mexiquense ha revisado la ley. En general, la reacción ha sido positiva. Prácticamente todos aseguran que se trata de un buen proyecto.
En palabras de Manzur, la única oposición al proyecto llegó desde la bancada de Morena. No obstante, eso no es novedad. La iglesia de López Obrador se distingue por oponerse a todo.
Grosso modo, la Ley Atenco regula enfrentamientos entre policías y criminales organizados, regula el traslado de presos peligrosos y regula –en cuatro artículos–, las manifestaciones violentas con personas armadas.
Por eso, porque la aprobación ha sido generalizada, porque no se encuentran señales de alerta y porque la Ley Atenco es una respuesta a la demanda de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Manzur asegura que el proyecto es firme, que se trata de una apuesta segura y que la ley llegó para quedarse. Además, Manzur advirtió que en el gobierno mexiquense harán lo que tengan que hacer para defender un proyecto en el que creen y en el que han trabajado durante mucho tiempo. Después de todo, concluyó el secretario, es un instrumento necesario para la defensa de los derechos humanos.
